martes, 9 de noviembre de 2010

Ludditas Sexuales en vivo 10

‎"Dar rienda suelta a las pasiones inmorales, en la cotidianidad, en nuestras intimidades. Correr hacia el abismo de lo desconocido. Provocar el fin de las normalidades. No puedo robar palabras a este mundo para expresar todo lo que siento. No me alcanza ni el fuego ni los besos, para explicar el mundo que deseo. No me alcanza ni el f ...uego ni los besos, para destruir el mundo que desprecio. Quiero que me encuentres llorando, de alegría, rabia o dolor; pedaleando entre las ruinas de una iglesia, donde luego haremos el amor. Revolcándonos en el placer de la destrucción."
Axion Protesta, Pasiones Inmorales.

Ludditas Sexuales en vivo 10: Entrevista al esquizoanalista Gustavo Melera

martes, 19 de octubre de 2010

Ludditas Sexuales en vivo 8 y 9



"Pienso que el problema del enemigo político todavía existe. Lo demuestra, por otra parte, que no estamos en un mundo más suave, más dulce. La multitud no tiene el problema de tomar el poder, tiene el problema en todo caso de limitarlo y hacer decaer al Estado construyendo instituciones y una esfera pública fuera de él. Entonces, desde ese punto de vista el enemigo está, pero se parece más al faraón del libro Exodo de La Biblia que persigue un éxodo, una fuga. No se trata de una fuga en el espacio. Es una fuga en el sentido de salir de las categorías de las instituciones estatales. Enemigo hay, pero ya no es el enemigo que está enfrente y ha constituido el modelo de las guerras civiles o está detrás de la idea de la toma del poder. Es un enemigo que traba, sabotea la construcción de democracia no representativa, de nuevas experiencias comunitarias."

Paolo Virno

http://caosmosis.acracia.net/?p=221


"En última instancia, nadie puede escuchar en las cosas, incluidos los libros, más de lo que el ya sabe. Se carece de oídos para escuchar aquello ante lo cual no se tiene acceso desde la experiencia." Nietzsche.


LUDDITAS SEXUALES EN LA PAMPA



Ya saben lo que dice el dicho: Dior las cría y ella se juntan. Así pues, nos juntamos HLQQ y Alterno Brujas (programa de radio) y Dopamina Sótika (banda gritona) de La Pampa (la vicky agitando la movida under de la Pampa), y ahora sumamos a las filosas y puercas Ludditas Sexuales que irán para hacer perfos y talleres además de lecturas de poesía pizzera que tanto aclama el público. Gran evento gran el sábado 30 de octubre en Frida que es un centro cultural que junta la escoria pampeana y las pone alegres intercambiándose artes y cuerpos. La cita es desde las 22 hs en Alvear 42, Santa Rosa, La Pampa. Al otro día, resaca y Alterno Brujas (Domingos de 19 hs a 21 hs, por FM Siento Rock / 101.3) mediante, habrá un taller Luddita sobre Ética del deseo libertario. Ojo habrá muchos zines ludditas también así que pampeanos preparen morrales y bolsillos que este material es interesante. Adifundirrrrr!!!!!!

miércoles, 6 de octubre de 2010

Ludditas Sexuales 7 en vivo especial poetas rusos


No tengo un plan. La mafia tiene planes, los policías tienen planes. ... Soy el perro que persigue un auto. No sabría qué hacer si alcanzara alguno. Sólo hago cosas. Odio los planes. Los tuyos, los de ellos, los de todos. ... Yo les muestro lo patéticos que son sus intentos de controlar las cosas. The Joker

En Ludditas Sexxxxuales en vivo 7 Lilián Camera nos trajo poetas rusos de principios del siglo XX, Lali de BsAs Experimental programó una alocada track list, leímos Opio de Cocteau y Cómo Hacer de Tiqqun, y escuchamos la primera parte de la entrevista a Michel y Ana del colectivo activista de disidencia sexual Colectiva Paila Marina http://www.pailamarinacolectiva.blogspot.com/

CONTACTOS Y MÁS DE TODO EN:
ludditassexuales@gmail.com
www.ludditassexuales.wordpress.com
www.ludditastexxxxtuales.blogspot.com


viernes, 1 de octubre de 2010

Ludditas Sexuales en revista MAXIM de Octubre





Click en cada imagen para agrandar

Creáse o no las Ludditas Sexuales salimos en la revista de sexo heterenormativo Maxim, la que hemos considerado de tercera categoría (ubicamos en primer lugar a Playboy Argentina y en segundo a Revista Hombre), lo cual no está mal, estamos en el podio.
Chanza aparte, las ludditas sexuales nos salimos con la nuestra al viralizar en el terreno del enemigo!

Fotos de www.garcons.cl

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Ludditas Sexuales 6 especial Drogas

Manifiesto PornoTerrorista Luddita Sexual

La propiedad privada es robo

Proudhon

La poesía debería estar al alcance de todxs

Conde Lautremont

Bacanal de falsificaciones en el reino de lo artificial.

Fangoria

Pero tu sabes, todavía hay muros contra este comunismo. Hay muros en nosotrxs, que amenazan sin cesar. No hemos dejado este mundo. Aun hay envidia, estupidez, el deseo de ser alguien, de ser reconocidx, la necesidad de valer algo y, peor aun, la necesidad de autoridad. Son las ruinas que el viejo mundo ha dejado en nosotrxs y que todavía no hemos abandonado.

El desierto no puede extenderse más pero aun puede profundizarse.

Todo está por construir. Deberás construir la lengua que habitarás y deberás encontrar los antepasados que te hagan mas libre. Deberás construir la casa en la que ya no vivirás sola. Deberás construir la nueva educación sentimental con la que volver a amar. Y todo lo harás sobre la hostilidad general porque quienes despiertan son la pesadilla de quienes aun duermen.

Tiqqun.

Existe una guerra allí afuera. Una guerra contra esta sociedad y contra esta civilización que se derrumba. Es una guerra bien curiosa. Solemos confundir al enemigo, equivocar sus santos y sus señas, pensar que nos enfrenta. En esta guerra bien curiosa también solemos confundir a las aliados, puesto que, muchas veces, es una guerra contra lo que en nuestros cuerpos habita, contra nosotras mismas. Otras veces es una guerra que primero debe hacer que el enemigo/problema tome forma para poder atacarlo.

Bajo este nuevo orden incierto, un personaje conceptual, una ficción de la modernidad, como todas nosotras, ha creado un concepto de suma utilidad. Un concepto como tantos otros. Conceptos son cosas tales como Máquina de guerra, Luddismo (Sexual), Aparato de Captura, Situacionismo, Surrealismo, Personaje Conceptual, Anarquismo, Asignación biopolítica, Sociedad de Control Farmacopornográfico.

Los conceptos suelen encerrar praxis vitales, formas de vida, estados de excepción, alianzas y estrategias factibles, llamamientos para encontrarnos en el medio de la niebla, modos de acción directa, atentados contra el orden como lo conocemos. Los conceptos no nacen solos pero, como las crías humanas, tampoco pertenecen a quienes las alumbran, sino al devenir de las ideas, a las ecologías que las han parido, a los gestos que transmiten, y sobre cualquier cuerpo que desee usarlos para conspirar contra lo establecido. Los conceptos son ontologicamente libres. La tierra y los conceptos “pertenecen” a quienes la habitan y la trabajan. Si es que algo son, es ser un modo de acción. “Los conceptos no son generalidades que se encuentran en el espíritu de la época. Al contrario, son singularidades que reaccionan frente a los flujos ordinarios de pensamiento (…) Un concepto es algo que posee una fuerza crítica, política y de libertad.” (Deleuze) Singularidad no es individualidad. Somos tecnovivos conectadas. La individualidad responde a los intereses del Imperio.

Se trata de un nueva máquina de guerra, poderosa y potente: arma eficiente que cuenta con manifiesta potencia de destrucción y creación propia de las bestias mitológicas. Es el fruto desviado, el vástago inconfeso, del cruce de una noche de juerga entre el accionismo vienés y la postpornografía. Este concepto como tal no tiene dueña, porque una potencia de esta magnitud debe poder ser invocada por cualquier cuerpo que se disponga a pelear contra el Imperio en términos de magia y sexo. Debe poder ser usado por todxs. “Si el intercambio es el criterio de la generalidad, el robo y la donación son los de la repetición. Existe por tanto una diferencia económica entre ambos” (Deleuze), esto significa la diferencia entre quien se va a la guerra y quien quiere vivir del arte.

Este concepto, decimos, tiene un nombre azaroso y pegadizo. Tiene un nombre que como todos los nombres no debe confundirnos: detrás de él no hay una identidad. Más aun, postulamos que toda identidad es una performance, una copia sin original, puesto que una identidad no hace más que excluir y segregar alianzas y estrategias, no hace más que entregar credenciales a lxs illuminati, erigirse en juez. Un nombre tampoco puede ser nunca una marca registrada, a pesar de que éste tiene un tono pegadizo. No se trata pues ni una forma de hacer arte ni una carrera personal -aunque algunas veces necesite de los nombres (de los personajes conceptuales, o las ficciones literarias biográficas que hacen uso de los conceptos) con la que nuestros cuerpos han sido violentados. Pero no debemos confundirnos.

Este concepto se ha dado a llamar: PornoTerrorismo.

De Porné (en griego, Prostituta pobre o esclava) y Terrorismo (Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror).

PornoTerrorismo es un concepto claro y transparente en cuanto a sus modos y sus intenciones. El PornoTerrorismo es libre, político, y se entrega en gratuidad. El PornoTerrorismo no tiene telós ni líderes, ni subcomandantes, ni cuadros ni autoridades, puesto que no es mesiánic. El PornoTerrorismo es un medio, no un fin. Un medio negativo, mayormente, que jamás niega una acusación, jamás reacciona ante una increpación, pero se expresa a través de una iniciativa de discurso -no discute con su enemigo ni se defiende: simplemente Ataca-.

Y como anti-arte, como arma de acción directa, como ritual mágico de encantamiento, como exorcismo público, como máquina de guerra contra el aparato de captura de la norma social hetero, como potencia visual -contra/semiosis- el PornoTerrorismo es un modo de, un cómo construir un nuevo uso de los placeres y reprogramar nuestros deseos, un cómo engendrar las nuevas pasiones alegres que acrecienten nuestras riquezas corporales, nuestras potencias inmanentes, un cómo destruir las máquinas de la fabricación de los géneros y así generar una contraproductividad desde el placer-saber.

El PornoTerrorismo es un modo privilegiado de hablar el lenguaje del deseo, de lamer la superficie rugosa del sexo, y romper el engranaje del circuito excitación-frustración, el dispositivo que reactualiza con más fuerza cada vez nuestra asignación biopolítica. El PornoTerrorismo es una forma de insurgencia, divergencia, contra hegemonía, subversión, una insurrección sexual, y una objeción de género.

Sin ser popular, todas podemos devenir pornoterroristas en tanto y en cuanto el PornoTerrorismo es un código y como tal está abierto. Todas podemos operar sobre él, y con muy pocos elementos agenciárnoslo para la lucha. El PornoTerrorismo, cual quimera, hereda del remix su forma de componer cut and paste y de la intertextualidad, la idea de que la obra se termina de construir en la instancia de la recepción porque su accionar es comunal y colectivo, y de que el arte mimético es una mentira inútil.

El ritual PornoTerrorista consta de algunos de los siguientes componentes verbales y somáticos:

  • Poemas o palabras encantatorias de alguna índole con carácter sexual, o que inciten a la acción directa.

  • Visuales de género, o aquellas producciones que esta civilización decadente y horripilante muestra en sus noticieros sin más, verdadera pornografía del Imperio narco-gore. Si son bajadas de internet y son de poca calidad, tanto mejor.

  • Música de alguna índole que permita llegar al trance. Original o no, preferentemente hecha por máquinas electrónicas.

  • Desdibujamiento de las fronteras entre artista (oh, repugnante idea enemiga) y presenciante que se atrevan a penetrar, intervenir, accionar sobre el cuerpo de la maga/performer.

  • Elementos de los juegos extremos BDSM como flagelación, agujas, o asfixias.

  • Piel descubierta en la superficie del cuerpo, cara cubierta por el pasamontañas típico del insurreccionalismo anarquista, o con el pañuelo a lo bandido del Far West. O cualquier máscara que tengamos a mano1.

  • Maquillaje al estilo Pris en Blade Runner o The Joker en el Caballero de la Noche.

  • Fluidos y escatologías de toda índole: squirt, flujo, semen, sangre humana sobre todo menstrual, mierda.

  • Prótesis como ser cuellos y caderas ortopédicas, dildos y arneses.

  • Yuxtaponerlos y jugar con ellos como mas absurdo les parezca.

El doble gesto, intangible y plástico, del PornoTerrorismo desautomatiza, y nos recuerda que podemos romper todo, barajar de nuevo, dejar de leer guiones y hacer lecturas que atenten contra el orden y la nada que SE nos propone. Plantea desenchufarnos, dejar de ser dóciles, buenas, acatadas, salir de la trinchera del YO, exponernos al dolor y sentirlo suave y caliente, conocer nuestra posición en este plan de destrucción masiva que SE nos dirige, y organizarnos de nuevo, en contra, en retirada ofensiva, no con maniquíes programados a la par nuestra, sino con afines y compañeras de lucha, fuertes. Cortar el flujo que alimenta y desagua las máquinas que pulen nuestra vitalidad segundo a segundo. La huelga humana, punto número uno. Desertar del Yo, del varón y de la mujer. Caminar hacia el desierto, alegremente, abandonar la ausencia.

El PornoTerrorismo traerá a la presencia lo que damos por sentado; fantasmas conceptuales y corpóreos que merodean en el mundo toman visibilidad, horrorizan. Vuelve a pintar el muro, que plantado frente a nuestros ojos, deviene asfixiante y pretende aplastarnos con sus reproches y sus reclamos de novia. Nos saca de la placenta que propone el Imperio. Nos recuerda principalmente una cosa: hay un código diseminado que programa este mundo, ese código, pese a los que SE nos dice y las amenazas, está abierto, y es posible modificarlo, reprogramarlo. Hay que hackearlo. El PornoTerrorismo es un comando más del hacker. Es una potencia viral que contagia. Todas pueden intervenir en él.

El PornoTerrorismo, en su acto mínimo, habilita más que horas de noticieros y días y siglos de democracia. Es un acto que hace presente, a través de una metáfora corporal, la posibilidad mágica de soñar pensar y traer aquí, como el chamán con el Más Allá, un mundo nuevo. El mundo que anida nuestros corazones. El mundo que late en nuestras entrañas. El mundo de quienes hemos despertado y somos la pesadilla de quienes aun duermen. Para la bruja el más allá está aquí mismo. Es una realización en constante devenir de una idea que nació para resistir, y que, independientemente del cuerpo que ha creído bautizarla, ya existe desde siempre y ha caminado mutando y metamorfoseándose para tomar la forma caprichosa que utilizamos ahora y que por tal -constante sin forma fija-, no reconoceremos como patrimonio de ninguna singularidad. Es contingente. “Amar la existencia de la cosa más que la propia cosa” dijeron los rusos. Y creímos en sus formalismos.

Disponemos de esta afilada arma para cortar tejidos, ver brotar sangre enemiga, bilis, y risas aliadas y propias, muchas risas. Las que aquí estamos no deseamos otra cosa que ver en llamas la ciudad del enemigo. Las licencias que atan pedazos del cielo con una nube, ideas con cuerpos, nos produce la náusea que el vómito no provoca. Y risas, risas que sanan. Como lenguas sobre nuestras pieles.

No hay compromiso posible con el arte o las ganancias cuando urge la vida. Cuando urge la pelea. Las madres de las plazas fruncen ceños y lustran bronces porque no conocen otra forma de decir algo que les duele en el pecho. Nosotras pensamos que estos berrinches infantiles son causa del control que SE nos aplica, y no dicen nada. Solo comunican ingenuamente algo que ocurre con una pared de por medio y solo podemos intuirlo como quien conoce la dirección del viento y pronostica lluvia. Nuestro gesto derrumba ese muro.

Tomen el Pornoterrorismo y háganlo suyo, coman de él todas, déjense poseer por él, que su mutación continué con tantas formas como cuerpos haya, que su escurridiza forma siga escapándose de las manos de todas, ya sea por cosquilleo, ya sea porque nos ha cortado la carne y ahora sangramos.

Peleá con nosotras. Tal nuestra invitación tal nuestro mandato. Que llueva sangre.

Interverní. Este manifiesto será re-escrito una y mil veces por todas...

http://ludditassexxxuales.blogspot.com

domingo, 26 de septiembre de 2010

Manifiesto PornoTerrorista Luddita Sexual


Manifiesto PornoTerrorista Luddita Sexual


La propiedad privada es robo

Proudhon


La poesía debería estar al alcance de todxs

Conde Lautremont


Bacanal de falsificaciones en el reino de lo artificial.

Fangoria


Pero tu sabes, todavía hay muros contra este comunismo. Hay muros en nosotrxs, que amenazan sin cesar. No hemos dejado este mundo. Aun hay envidia, estupidez, el deseo de ser alguien, de ser reconocidx, la necesidad de valer algo y, peor aun, la necesidad de autoridad. Son las ruinas que el viejo mundo ha dejado en nosotrxs y que todavía no hemos abandonado.


El desierto no puede extenderse más pero aun puede profundizarse.



Todo está por construir. Deberás construir la lengua que habitarás y deberás encontrar los antepasados que te hagan mas libre. Deberás construir la casa en la que ya no vivirás sola. Deberás construir la nueva educación sentimental con la que volver a amar. Y todo lo harás sobre la hostilidad general porque quienes despiertan son la pesadilla de quienes aun duermen.

Tiqqun.





Existe una guerra allí afuera. Una guerra contra esta sociedad y contra esta civilización que se derrumba. Es una guerra bien curiosa. Solemos confundir al enemigo, equivocar sus santos y sus señas, pensar que nos enfrenta. En esta guerra bien curiosa también solemos confundir a las aliados, puesto que, muchas veces, es una guerra contra lo que en nuestros cuerpos habita, contra nosotras mismas. Otras veces es una guerra que primero debe hacer que el enemigo/problema tome forma para poder atacarlo.


Bajo este nuevo orden incierto, un personaje conceptual, una ficción de la modernidad, como todas nosotras, ha creado un concepto de suma utilidad. Un concepto como tantos otros. Conceptos son cosas tales como Máquina de guerra, Luddismo (Sexual), Aparato de Captura, Situacionismo, Surrealismo, Personaje Conceptual, Anarquismo, Asignación biopolítica, Sociedad de Control Farmacopornográfico.


Los conceptos suelen encerrar praxis vitales, formas de vida, estados de excepción, alianzas y estrategias factibles, llamamientos para encontrarnos en el medio de la niebla, modos de acción directa, atentados contra el orden como lo conocemos. Los conceptos no nacen solos pero, como las crías humanas, tampoco pertenecen a quienes las alumbran, sino al devenir de las ideas, a las ecologías que las han parido, a los gestos que transmiten, y sobre cualquier a cuerpo que desee usarlos para conspirar contra lo establecido. Los conceptos son ontologicamente libres. La tierra y los conceptos “pertenecen” a quienes la habitan y la trabajan. Si es que algo son, es ser un modo de acción. “Los conceptos no son generalidades que se encuentran en el espíritu de la época. Al contrario, son singularidades que reaccionan frente a los flujos ordinarios de pensamiento (…) Un concepto es algo que posee una fuerza crítica, política y de libertad.” (Deleuze) Singularidad no es individualidad. Somos tecnovivos conectadas. La individualidad responde a los intereses del Imperio.


Se trata de un nueva máquina de guerra, poderosa y potente: arma eficiente que cuenta con manifiesta potencia de destrucción y creación propia de las bestias mitológicas. Es el fruto desviado, el vástago inconfeso, del cruce de una noche de juerga entre el accionismo vienés y la postpornografía. Este concepto como tal no tiene dueña, porque una potencia de esta magnitud debe poder ser invocada por cualquier cuerpo que se disponga a pelear contra el Imperio en términos de magia y sexo. Debe poder ser usado por todxs. “Si el intercambio es el criterio de la generalidad, el robo y la donación son los de la repetición. Existe por tanto una diferencia económica entre ambos” (Deleuze), esto significa la diferencia entre quien se va a la guerra y quien quiere vivir del arte.


Este concepto, decimos, tiene un nombre azaroso y pegadizo. Tiene un nombre que como todos los nombres no debe confundirnos: detrás de él no hay una identidad. Más aun, postulamos que toda identidad es una performance, una copia sin original, puesto que una identidad no hace más que excluir y segregar alianzas y estrategias, no hace más que entregar credenciales a lxs illuminati, erigirse en juez. Un nombre tampoco puede ser nunca una marca registrada, a pesar de que éste tiene un tono pegadizo. No se trata pues ni una forma de hacer arte ni una carrera personal -aunque algunas veces necesite de los nombres (de los personajes conceptuales, o las ficciones literarias biográficas que hacen uso de los conceptos) con la que nuestros cuerpos han sido violentados. Pero no debemos confundirnos.


Este concepto se ha dado a llamar: PornoTerrorismo.


De Porné (en griego, Prostituta pobre o esclava) y Terrorismo (Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror).


PornoTerrorismo es un concepto claro y transparente en cuanto a sus modos y sus intenciones. El PornoTerrorismo es libre, político, y se entrega en gratuidad. El PornoTerrorismo no tiene telós ni líderes, ni subcomandantes, ni cuadros ni autoridades, puesto que no es mesiánic. El PornoTerrorismo es un medio, no un fin. Un medio negativo, mayormente, que jamás niega una acusación, jamás reacciona ante una increpación, pero se expresa a través de una iniciativa de discurso -no discute con su enemigo ni se defiende: simplemente Ataca-.


Y como anti-arte, como arma de acción directa, como ritual mágico de encantamiento, como exorcismo público, como máquina de guerra contra el aparato de captura de la norma social hetero, como potencia visual -contra/semiosis- el PornoTerrorismo es un modo de, un cómo construir un nuevo uso de los placeres y reprogramar nuestros deseos, un cómo engendrar las nuevas pasiones alegres que acrecienten nuestras riquezas corporales, nuestras potencias inmanentes, un cómo destruir las máquinas de la fabricación de los géneros y así generar una contraproductividad desde el placer-saber.


El PornoTerrorismo es un modo privilegiado de hablar el lenguaje del deseo, de lamer la superficie rugosa del sexo, y romper el engranaje del circuito excitación-frustración, el dispositivo que reactualiza con más fuerza cada vez nuestra asignación biopolítica. El PornoTerrorismo es una forma de insurgencia, divergencia, contra hegemonía, subversión, una insurrección sexual, y una objeción de género.


Sin ser popular, todas podemos devenir pornoterroristas en tanto y en cuanto el PornoTerrorismo es un código y como tal está abierto. Todas podemos operar sobre él, y con muy pocos elementos agenciárnoslo para la lucha. El PornoTerrorismo, cual quimera, hereda del remix su forma de componer cut and paste y de la intertextualidad, la idea de que la obra se termina de construir en la instancia de la recepción porque su accionar es comunal y colectivo, y de que el arte mimético es una mentira inútil.


El ritual PornoTerrorista consta de algunos de los siguientes componentes verbales y somáticos:


  • Poemas o palabras encantatorias de alguna índole con carácter sexual, o que inciten a la acción directa.

  • Visuales de género, o aquellas producciones que esta civilización decadente y horripilante muestra en sus noticieros sin más, verdadera pornografía del Imperio narco-gore. Si son bajadas de internet y son de poca calidad, tanto mejor.

  • Música de alguna índole que permita llegar al trance. Original o no, preferentemente hecha por máquinas electrónicas.

  • Desdibujamiento de las fronteras entre artista (oh, repugnante idea enemiga) y presenciante que se atrevan a penetrar, intervenir, accionar sobre el cuerpo de la maga/performer.

  • Elementos de los juegos extremos BDSM como flagelación, agujas, o asfixias.

  • Piel descubierta en la superficie del cuerpo, cara cubierta por el pasamontañas típico del insurreccionalismo anarquista, o con el pañuelo a lo bandido del Far West. O cualquier máscara que tengamos a mano1.

  • Maquillaje al estilo Pris en Blade Runner o The Joker en el Caballero de la Noche.

  • Fluidos y escatologías de toda índole: squirt, flujo, semen, sangre humana sobre todo menstrual, mierda.

  • Prótesis como ser cuellos y caderas ortopédicas, dildos y arneses.

  • Yuxtaponerlos y jugar con ellos como mas absurdo les parezca.


El doble gesto, intangible y plástico, del PornoTerrorismo desautomatiza, y nos recuerda que podemos romper todo, barajar de nuevo, dejar de leer guiones y hacer lecturas que atenten contra el orden y la nada que SE nos propone. Plantea desenchufarnos, dejar de ser dóciles, buenas, acatadas, salir de la trinchera del YO, exponernos al dolor y sentirlo suave y caliente, conocer nuestra posición en este plan de destrucción masiva que SE nos dirige, y organizarnos de nuevo, en contra, en retirada ofensiva, no con maniquíes programados a la par nuestra, sino con afines y compañeras de lucha, fuertes. Cortar el flujo que alimenta y desagua las máquinas que pulen nuestra vitalidad segundo a segundo. La huelga humana, punto número uno. Desertar del Yo, del varón y de la mujer. Caminar hacia el desierto, alegremente, abandonar la ausencia.



El PornoTerrorismo traerá a la presencia lo que damos por sentado; fantasmas conceptuales y corpóreos que merodean en el mundo toman visibilidad, horrorizan. Vuelve a pintar el muro, que plantado frente a nuestros ojos, deviene asfixiante y pretende aplastarnos con sus reproches y sus reclamos de novia. Nos saca de la placenta que propone el Imperio. Nos recuerda principalmente una cosa: hay un código diseminado que programa este mundo, ese código, pese a los que SE nos dice y las amenazas, está abierto, y es posible modificarlo, reprogramarlo. Hay que hackearlo. El pornoterrorismo es un comando más del hacker. Es una potencia viral que contagia. Todas pueden intervenir en él.



El PornoTerrorismo, en su acto mínimo, habilita más que horas de noticieros y días y siglos de democracia. Es un acto que hace presente, a través de una metáfora corporal, la posibilidad mágica de soñar pensar y traer aquí, como el chamán con el Más Allá, un mundo nuevo. El mundo que anida nuestros corazones. El mundo que late en nuestras entrañas. El mundo de quienes hemos despertado y somos la pesadilla de quienes aun duermen. Para la bruja el más allá está aquí mismo. Es una realización en constante devenir de una idea que nació para resistir, y que, independientemente del cuerpo que ha creído bautizarla, ya existe desde siempre y ha caminado mutando y metamorfoseándose para tomar la forma caprichosa que utilizamos ahora y que por tal -constante sin forma fija-, no reconoceremos como patrimonio de ninguna singularidad. Es contingente. “Amar la existencia de la cosa más que la propia cosa” dijeron los rusos. Y creímos en sus formalismos.


Disponemos de esta afilada arma para cortar tejidos, ver brotar sangre enemiga, bilis, y risas aliadas y propias, muchas risas. Las que aquí estamos no deseamos otra cosa que ver en llamas la ciudad del enemigo. Las licencias que atan pedazos del cielo con una nube, ideas con cuerpos, nos produce la náusea que el vómito no provoca. Y risas, risas que sanan. Como lenguas sobre nuestras pieles.


No hay compromiso posible con el arte o las ganancias cuando urge la vida. Cuando urge la pelea. Las madres de las plazas fruncen ceños y lustran bronces porque no conocen otra forma de decir algo que les duele en el pecho. Nosotras pensamos que estos berrinches infantiles son causa del control que SE nos aplica, y no dicen nada. Solo comunican ingenuamente algo que ocurre con una pared de por medio y solo podemos intuirlo como quien conoce la dirección del viento y pronostica lluvia. Nuestro gesto derrumba ese muro.


Tomen el Pornoterrorismo y háganlo suyo, coman de él todas, déjense poseer por él, que su mutación continué con tantas formas como cuerpos haya, que su escurridiza forma siga escapándose de las manos de todas, ya sea por cosquilleo, ya sea porque nos ha cortado la carne y ahora sangramos.


Peleá con nosotras. Tal nuestra invitación tal nuestro mandato. Que llueva sangre.


Interverní. Este manifiesto será re-escrito una y mil veces por todas...



http://ludditassexxxuales.blogspot.com

1“Las máscaras no recubren nada salvo otras máscaras.” (Deleuze)

viernes, 24 de septiembre de 2010

Roca a pulverizar.


Roca a pulverizar.

Epílogos risas e intuiciones sobre Los Proselitistas del Rock


Una cosa es la música que puede traducirse en emoción y la otra la emoción que pretende pasar por música. Dolor paterno en fa sostenido, carcajada sarcástica en amarillo, violeta y negro. No, hijo, el arte comienza más acá o más allá, pero no es nunca eso.

Rayuela, Julio Cortazar


Un hombre que tiene algo que decir y no encuentra oyentes, está en una mala situación. Pero todavía están peor los oyentes que no encuentran quien tenga algo que decirles.

Bertolt Brecht


Si es cierto que nuestra avidez de experiencias se basa en la superación de estereotipos, seamos justos. ¿De qué vale consumir música rara y nueva de un modo perimido y viejo? Al fin y al cabo, nuestro enemigo es uno solo y espera en cada instancia (en el producto musical, en la forma de escuchar y en el modo de escribir sobre él) Se llama conservadurismo. Pablo Schanton


Quiero saber / ¿cuál es tu rock? / salir en tevé, vestirte muy mal y peinarte peor / Quiero saber / ¿Cuál es tu rock? / ¿Por qué te enojas / cuando cantás canciones de amor? // Nos obligan a verte / nos obligan a oír tu voz / en la maratón de la única estación de rock // ¿y ese es tu rock? / eso no es rock / mis libros son rock / mis discos son rock / y mi banda es de rock // Quiero saber / ¿Cuál es tu rock? / ser dueño de un jet / una mansión y un auto veloz / ¿Cuál es tu rock? (Los Látigos)


La música parece ser pura tecnología del placer, un cóctel de drogas de entretenimiento que ingerimos a través del oído para estimular una masa de circuitos del placer al mismo tiempo. Steven Pinker


Sin el opio, los proyectos: matrimonios, viajes, me parecen tan dementes como si alguien que se cae por la ventana deseara vincularse con los ocupantes de las habitaciones ante las que pasa Jean Cocteau


Las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son F. Nietzsche


Una enorme explosión de risa, es la respuesta adecuada a las graves “cuestiones” que se complace en agitar la actualidad. Tiqqun


SE nos ha vendido y hemos comprado esta mercancía: el Rock. Pero el rock es un gato encerrado dentro de otro gato. En el box set de edición limitada venía también la palabra-virus “Rock”, con toda su plasticidad resonante y fuerte capacidad de contagio.

Sin culpa, lo reconocemos; hemos alentado el ejercicio de su elasticidad, anduvimos sin barbijo.

Justo cuando el rock desanda los cortos pasos trastabillados antaño en el ring de las posiciones ideológicas, la palabra-virus “Rock” alcanza el cénit de su producción de pus.

La palabra-virus “Rock”, ya, ahora, en todas partes: Un agujero negro que trabaja comiendo las limaduras que la intransigencia deja cuando pisa como el elefante o el tanque de guerra, en el ajetreo de su devenir hacia la invisibilidad y el ataque.

Es una mancha química que muerde los talones de todas las formas de vida y todas las lecturas de estas formas de vida, que escapan de Dios y otras Policías.

La palabra-virus “Rock” bien podría ser lo que la esposa de Lot, desmesurada, observó al voltear. Todo lo que esa mancha química toca o arrojamos a su agujero negro, alguna vez tuvo vida. Por un lado una metáfora pasajera para la radicalidad, por el otro, su mismísima presencia, con toda la redondez de su intensa fugacidad.

Esos escudos rotos y lanzas gastadas se dejan en el terreno de batalla cuando ya no son útiles. “Una entidad agonizante se sacrifica como contenido para sobrevivir como forma” gatillan los niños perdidos de Tarnac.

Ya no importa indignarse por las muecas apagadas de los bufones del Rey-Rock. Ni ante la propagación de rockeros como clones farmacéuticos a la talla de la pantalla caliente de MTV. Ni cuando la Rolling Stone, eficazmente fétida, tergiversa y captura algunos viejos valores.

El espectáculo muerto del museo y el Shopping hay que observarlo con los pies en marcha y la boca cargada de risa como quien asiste a un choque de autos en la ciudad.

No le regalemos nuestra inabarcable intangibilidad a unas pocas palabras. Todo lo que siento, piedra del silencio, lo reparto en un hervidero de metáforas.

Hemos llamado rock erróneamente a casi todo. Leemos rock en todas partes como quien interviene con fibrón o aerosol un cartel publicitario. Arrojamos a la nada lo mejor de nosotras. ¿Cómo es posible? El dispositivo rock es habilidoso. Ha venido creciendo y se ha hecho tan seductor como el libro de Goldstein más difícil de conseguir.

Con la misma fuerza de la bota hundiéndonos en el fango, deseábamos empeñarnos por un poco del aire que SE nos privaba. En está negociación de miserias, aceptamos el tubo de oxígeno que nos tendió una de las manos del cuerpo de la bota.

El rock, en una palabra, es una roca a pulverizar.

Caímos por el tobogán de la palabra-virus “Rock”. La empleamos como perros de Pavlov para decir lo que merecía llamarse de otros modos. Lo que podemos decir de otros modos. Lo que nos urge decir de otros modos.

¿Qué modos? Pregunta el público del talk show o los Me Gusta o Comentar del Facebook. Cualquiera que en su búsqueda se apoye en los cortes de los fluidos que nutren las maquinas del Imperio. Ya sabemos que no es posible decir más que esto, cualquier intento por hacer una “propuesta” anularía el gesto que habilita.

Solo hay una posibilidad para resguardar y usar el puñal afilado de lo mejor de nosotras y esto es subvirtiendo el lenguaje. Hay que hablar el lenguaje y no dejar que el lenguaje nos hable a nosotras, dice una amiga.

Los zombies bailarán con las máscaras que vamos abandonando para verse mejor. Esa pobre pieza de ausencias y formas huecas apenas apena.

Nuestro canto es siempre nuevo y tiene el vigor de la alegría.

Otras palabras como mundos habitables esperan.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Ludditas Sexuales en vivo 5

"Todo crecimiento se delata en la búsqueda de un adversario –o de un problema más potente– pues un filósofo que sea belicoso reta a duelo también a los problemas. La tarea no consiste en dominar resistencias en general, sino en dominar aquellas frente a las cuales hay que recurrir a toda la fuerza propia, a toda la agilidad y maestría propias en el manejo de las armas, en dominar a adversarios iguales a nosotros. Igualdad con el enemigo, primer supuesto de un duelo honesto"
Federico Nietzsche

En Ludditas Sexuales en vivo 5 nos visitó Julia Antivilo, performancer feminista chilena que trae sus trabajos y perfos a Buenos Aires y Rosario. Además, Pablo Peréz nos habló de su novela y película El Mendigo Chupapijas. Lali de Buenos Aires Experimental musicalizó la velada, y escuchamos otra parte de la entrevista a la performance chilena Vivian Dran.

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lunes, 13 de septiembre de 2010

Ludditas Sexuales en vivo 4

Pero tú lo sabes, todavía hay muros contra ese comunismo. Hay muros en nosotros, entre nosotros, que amenazan sin cesar. No hemos dejado este mundo. Aún hay envidia, estupidez, el deseo de ser alguien, de ser reconocido, la necesidad de valer algo y, peor aún, la necesidad de autoridad. Son las ruinas que el viejo mundo ha dejado en nosotros y que no hemos abandonado. A la luz de ciertos proyectores, a veces nuestra caída nos produce la sensación de una decadencia. ¿Adónde vamos? (Tiqqun. Llamamiento y otros Fogonazos)

En el CUARTO ludditas sexuales en vivo, Bonovo nos habló de la MAGIA POP o magia del CAOS. Escuchamos a Vivian Dran de Chile y sus amigas que nos contaron de sus prácticas y usos de los placeres (bondage, compartir amantes, y más) Escuchamos música luddita a todo volumen y a puro baile. Convidamos los poemazos de la poeta argentina (fallecida) Susana Thenon. Y la fundación sin fines de lucro antidrogas RE MAL nos habló de la droga GÉNERO, con intenciones sinceras de rehabilitarnos. Au Au.

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viernes, 10 de septiembre de 2010

LUDDITAS SEXUALES 3 EN VIVO

Resulta sorprendente que en 2006, mientras que todo el mundo se pasea con minúsculos ordenadores portátiles, con cámaras de fotos, teléfonos, agendas y aparatos de música en el bolsillo, no exista todavía un solo objeto que podamos meternos en el coño cuando salimos a dar una vuelta y que cortaría en pedazos la polla del primer idiota que quisiera entrar sin permiso. Quizás no sea deseable hacer que el sexo femenino sea inaccesible por la fuerza. Es necesario que siga abierto, y temeroso: una mujer. Si no, ¿qué definiría la masculinidad?.
Post-violación, la única actitud que se tolera es volver la violencia contra una misma. Engordar veinte kilos, por ejemplo. Salir del mercado sexual, porque has sido dañada, sustraerte voluntariamente al deseo."
Virginie Despentes

En el tercer maullido en vivo de Ludditas Sexuales, triple X y Lolita nos contaron qué anduvieron haciendo en Chile, el Bonovo nos habló de Tiqqun y el devenir bonovo, el Sombrerero regresó para pasar música y contarnos de su programa de radio, leímos poetas chilenos de la editorial Moda y Pueblo de Diego Ramírez, y el psicologo Gustavo Melera nos habló del esquizo analisis. Un helado de chocolate en verano.


viernes, 13 de agosto de 2010

Ludditas Sexuales EN VIVO 2

Los lobos que buscan otros lobos con los que formar una manada pueden viajar distancias muy largas en busca de territorios apropiados.
(Wikipedia)

"Una práctica política que persiga la subversión de la subjetividad que permita un agenciamiento de singularidades deseantes debe invertir el propio corazón de la subjetividad dominante, produciendo un juego que la revele, en lugar de denunciarla. Esto quiere decir que, en lugar de pretender la libertad (noción indisolublemente ligada a la de la conciencia) tenemos que retomar el espacio de la farsa, produciendo , inventado subjetividades delirante que, en su embate con la subjetividad capitalística, provoquen que se desmorone".
( M. Lissovski en debate con F. Guattari, en F. Guattari-S. Rolnik "Micropolítica. Cartografías del deseo" p.45-46.)

En LUDDITAS SEXUALES EN VIVO 2, entrevistamos a EL SOMBRERERO, famoso personaje del ambiente BDSM, amigx de Blue Velvet a quien entrevistamos el lunes pasado, y un sado poco ortodoxo que nos cae muy bien. Además, las incansables ludditas Triple X y Dolores Haze develaron, luego de 200 años de incertidumbre, quien fue NED LUDD. Escuchamos música, leímos TIQQUN y al poeta argentino contemporáneo Lucío Greco con sus flamantes "Poemas oficialistas". Demoler, demoler, AÚ!, AÚ!



miércoles, 11 de agosto de 2010

La droga género

http://re-mal-antidrogas.blogspot.com/

La droga Género

Género

Hasta que punto somos todxs unxs drogadxs...

La creencia es un arma. Lxs heterosexuales construyen una cárcel amatoria. Hemos visto como todo puede llegar a ser droga y como lxs capitalistas nos proveen de diversas drogas. Es momento de considerar más profundamente los afectos para analizar el régimen farmacopornográfico en el que “vivimos”.


El éxito de la tecnociencia contemporánea es transformar nuestra depresión en Prozac, nuestra masculinidad en testosterona, nuestra erección en Viagra, nuestra fertilidad/esterilidad en píldora anticonceptiva, nuestro sida en triterapia. Sin que sea posible saber qué viene antes, si la depresión o el Prozac, si el Viagra o la erección, si la testosterona o la masculinidad, si la píldora o la maternidad, si la triterapia o el sida. Esta producción en auto-feedback es la propia del poder farmacopornográfico en el cual vivimos hoy en día.

Un poco de historia

Durante el siglo XX, periodo en el que se lleva a cabo la materialización farmacopornográfica, la psicología, la sexología, la endocrinología han establecido su autoridad material transformando los conceptos de psiquismo, de libido, de conciencia, de feminidad y masculinidad, de heterosexualidad y homosexualidad en realidades tangibles, en sustancias químicas, en moléculas comercializables, en cuerpos, en biotipos humanos, en bienes de intercambio gestionables por las multinacionales farmacéuticas. Si la ciencia ha alcanzado el lugar hegemónico que ocupa como discurso y como práctica es precisamente gracias a su capacidad para inventar y producir artefactos vivos: es decir nuestros cuerpos y nuestras prácticas tal como los conocemos. Por eso la ciencia es la nueva religión/droga contemporánea porque tiene la capacidad de crear, y no simplemente de describir, la realidad. La testosterona corresponde, junto con la oxitocina (parto inducido), la serotonina (tratamientos por supuestas depresiones), la codeína (analgésico), la cortisona (anti-inflamatorio), el estrógeno (píldoras anticonceptivas), etc. al conjunto de moléculas disponibles hoy para fabricar la subjetividad y sus afectos.

El objetivo de estas tecnologías farmacopornográficas es la producción de un cuerpo suficientemente dócil como para poner su capacidad total y abstracta de crear placer al servicio de la producción de capital.

Los comienzos de algunas de las drogas más comunes hoy día

En 1946 se inventa la primera píldora antibaby a base de estrógenos sintéticos -el estrógeno se convertirá pronto en la molécula farmacéutica más utilizada de toda la historia de la humanidad-. En 1947, los laboratorios Eli Lilly (Indiana, Estados Unidos) comercializan la molécula de metadona (el más simple de los opiáceos) como analgésicos, convirtiéndose en los años setenta en el tratamiento básico de sustitución en la adicción a la heroína; ese mismo año, el pseudo-psiquiatra norteamericano John Money inventa el término "género", diferenciándolo del tradicional "sexo", para nombrar la pertenencia de un individuo a un grupo culturalmente reconocido como "masculino" o "femenino" y afirma que es posible "modificar el género de cualquier bebé hasta los dieciocho meses".


Género

El género (feminidad /masculinidad) es una ecología política La certeza de ser varón o mujer es una ficción somático-política producida por un conjunto de tecnologías de domesticación del cuerpo, y técnicas farmacológicas y audiovisuales que fijan y delimitan nuestras potencialidades funcionando como filtros que producen distorsiones permanentes de la realidad que nos rodea. El género funciona como un programa operativo a través del cual se producen percepciones sensoriales que toman la forma de afectos, deseos, acciones, creencias, e identidades. Uno de los resultados característicos de esta tecnología de género es la producción de un saber interior sobre si mismo, de un sentido del Yo sexual que aparece como una realidad emocional evidente a la conciencia. “soy varón”, “soy mujer”, “soy heterosexual”, “soy homosexual”, son algunas de las formulaciones que condensan saberes específicos sobre uno mismo, actuando como los núcleos duros de la construcción político-simbólica sobre los cuerpos en torno a los cuales se aglutina todo un conjunto de prácticas y discursos.

La programación de género es una tecnología psico-política de modelización de la subjetividad que permite producir sujetos que se piensan y actúan como cuerpos individuales, que se autocomprenden como espacios y propiedades privadas con una identidad de género y una sexualidad fija. La programación de género dominante parte de la siguiente premisa: un individuo = un cuerpo = un sexo = un género = una sexualidad.

No hay género masculino y femenino sino más que frente a un público, es decir como una construcción somato-discursiva de carácter colectivo, frente a la comunidad científica o la red.

Anticonceptivos

Vivimos bajo el control de tecnologías moleculares, de camisas de fuerza hormonales destinadas a mantener las estructuras de poder de género: las chicas blancas de clase media hiperestrogenadas llorando por los chicos que se las cogen y las dejan tiradas; las chicas no blancas y pobres amenazadas sistemáticamente de violencia o violación; los chicos blancos controlando sus asquerosas pulsiones sexuales, los chicos no blancos perseguidos por el poder estatal que criminaliza y castiga sus violentas y asquerosas pulsiones sexuales. Y el Estado sacando placer de la producción y del control de nuestra repugnante subjetividad.

Ginecólogos y ginecólogas proponen a las bio-mujeres -indiferentes a la afirmación de otro tipo de sexualidad (ya sea anal, con dildos, o lésbica)- la pastilla anticonceptiva como método, elogiando sus virtudes, para “regular el ciclo menstrual”, “mejorar la piel”, o “aliviar los dolores menstruales” sin mencionar sus efectos secundarios, -excepto su interacción cancerígena en el caso de consumo de tabaco, donde el responsable parece más bien el tabaco que la píldora-. La cuestión es administrar la dosis farmacopornográfica necesaria de estrógenos y progesterona para transformarnos en hembras sumisas, de grandes senos, humor estable y depresivo, sexualidad pasiva o frigidez. Las nuevas píldoras son asimismo instrumentos de belleza y feminización. Se trata de un violento método de refeminización técnica de las bio-mujeres camuflado bajo la forma de control de la natalidad y por tanto inocentemente bienvenido como táctica de liberación sexual.

Sexo

Nuestras sociedades contemporáneas son enormes laboratorios sexo-políticos en los que se producen los géneros. El cuerpo, los cuerpos de todxs y cada unx de nosotrxs son los preciosos enclaves en los que se libran complejas transacciones de poder. Eso que llamamos sexo pero también el género (masculinidad y feminidad) y la sexualidad son técnicas del cuerpo, extensiones biotecnológicas pertenecientes al sistema sexo-político cuyo objetivo es la producción y reproducción y expansión colonial de la vida heterosexual humana sobre el planeta.

Contrariamente a lo que suele creerse, la heterosexualidad se trataría de un concepto económico que designa una posición específica en el seno de las relaciones de producción y de intercambio basadas en la reducción del trabajo sexual, de gestación y crianza y de cuidados de los cuerpos a trabajo no remunerados. Lo propio de este sistema económico-sexual es funcionar a través de procesos semiótico-técnicos, lingüísticos y corporales, de repetición regulada impuestos por convenciones culturales. El capitalismo resulta inimaginable sin la institucionalización del dispositivo heterosexual.

Familia y Pareja

El término familia, célula base de la sociedad, deriva del latín famulus “conjunto de esclavos y esclavas” (Diccionario Etimológico de Corominas). Familia deviene así no sólo el conjunto de esclavos sino también la mirada moral omnisciente y omnipresente que lo reduce todo al binomio víctima y victimario donde quienes no pueden reconocer las formas de abuso padecidas tal como las tipifica el Código Penal serían ad aeternitatem (sobrevivientes) sospechosas de culpabilidad. Familia viene a querer decir vigilancia permanente sobre los cuerpos por alguien que ejerce sobre ellxs un poder - y que, porque ejerce ese poder, tiene la posibilidad no solo de vigilar sino también de constituir un saber sobre aquellxs a quienes vigila: nadie sabe más de vos que mamá y papá -. El abuso del vínculo apasionado que se entabla en el entramado familiar con las crías humanas, inmanente a tal forma de estructurar el parentesco, es casi imperceptible incluso hasta para quien la padece, solo perceptible en el daño, y los efectos (las marcas) con las que se cargan dentro de ese ideal regulador que no sólo determina qué formas de amor son posibles y cuales otras no, sino que además determina qué formas de odio no son posibles y aceptables socialmente: el tabú de ya no amar más a la propia familia o de sanamente- abandonarla.

Se dice que regresa la familia, que vuelve la pareja. Pero la familia que regresa no es la que se fue. Su regreso no es más que una profundización de la separación reinante, que sirve para engañar, volviéndose ella misma el engaño. Cada uno puede testimoniar las dosis de tristeza que condensan cada año las fiestas familiares, sus trabajosas sonrisas, los apuros de ver disimular en vano a todo el mundo, ese sentimiento de que hay un cadáver ahí, sobre la mesa, y que todo el mundo hace como si no pasara nada. La familia no es tanto la asfixia de la influencia maternal o el patriarcado de las trompadas sino este abandono infantil a una cómoda dependencia, en la que todo es conocido, este momento de indiferencia frente a un mundo en el que nadie puede negar que se derrumba, un mundo en el que “volverse autónomo” es un eufemismo que significa “haber encontrado un patrón”. Se quisiera encontrar en la familiaridad biológica la excusa para corroer dentro de nosotrxs cualquier determinación ligeramente rompedora, para hacernos renunciar, con el pretexto de que se nos ha visto crecer, un volverse viejo como por causa de la gravedad que ya hay en la infancia. De esta corrosión, es necesario preservarse. La pareja es como el último escalón de la gran catástrofe social. Es el oasis en medio del desierto humano. Se viene a buscar en ella bajo los auspicios de lo “íntimo” todo lo que ha desertado tan evidentemente de las relaciones sociales contemporáneas: el calor, la sencillez, la verdad, una vida sin teatro ni espectador. Pero pasado el atolondramiento amoroso, la “intimidad” termina en su deserción: ella misma es un invento social, habla el lenguaje de la prensa femenina y de la psicología, es como el resto blindado de estrategias hasta el hastío. En esto no hay más verdad que en cualquier otra cosa, aquí también dominan la mentira y las leyes de extranjería.

Diagnóstico

La mutación de los procesos de gobierno social a partir del siglo XVIII hizo que el cuerpo estén el centro de gestión de lo político. Una ficción histórica transitoria en relación a las formas de producción económica de gobierno de lo social que inventa un alma sexualizada, una subjetividad que tiene la capacidad de decir Yo e internacionalizar un conjunto de procesos de normalización que lo llevan a decir “soy homosexual” o “soy heterosexual”. La sexualidad no es solo un conjunto de regulaciones políticas sino que en el proceso de industrialización que sigue a la revolución francesa, la reproducción sexual se entiende como una de las maquinarias de lo social. Es necesario entonces que el cuerpo social esté organizado reproductivamente, es decir la familia heterosexual. Esa es la fantasmagoría política en la que hemos estado viviendo. A mediados del siglo XX, ha habido un quiebre, y toda sexualidad no reproductiva es objeto de control, vigilancia y normalización. El sexo es importante porque se convierte en uno de los enclaves estratégicos en las artes de gobernar. Pero eso que llamamos sexo no es nada estable sino un conjunto de constantes mutaciones históricas. Ahora mismo las minorías sociales y políticas están participando e interviniendo en los procesos de definición de las gramáticas de género, exaltación política absolutamente nueva y fascinante de la que es menester formar parte.

La dimensión ética no esta diferenciada de la política. Las técnicas del yo son las mismas que las técnicas del agenciamiento colectivo. La lucha es colectiva y la redefinición del sexo y la sexualidad pasar por acuerdos colectivos. Hay otro lugar que se esté configurando desde las luchas que reclama un cuerpo que de alguna manera va más allá de los imperativos normativos de las leyes nacionales. Ese cuerpo se percibe como migrante, trasfugo y no tiene ya lo que hemos llamado hasta ahora identidad en el sentido más administrativo, es decir se trata de un cuerpo des-intificado. No hay sujeto de la revolución. Pero la revolución y la guerra son constantes. No es un momento mesiánico que nos espere más allá para lo que hay que prepararse. La situación en la que estamos y construimos el género y la normalidad son la guerra total en el interior del cuerpo y frente a eso, la revolución es constante. Frente a esa situación postpolítica es absurdamente necesario pensar dónde está revolución, cómo se produce, cuáles son las formas a través de las que actúa. La guerra no será después y la revolución no sera mañana sino que la guerra es hoy y la revolución es ahora. Por lo tanto, los movimientos de minorías sexuales no pueden estar solo en diálogo y en lucha con el Estado que no tiene la centralidad que tenía otrora. Es absurdo hoy tener como objetivo conseguir el matrimonio GLTB, frente a las complejidades de las configuraciones postcoloniales, de sexo, y raza. Es preciso atacar esa ficción del matrimonio desde otro lugar que no sea la legalidad. No hay una verdad sexual escondida debajo de una gran capa de represiones sociales. No se puede confiar en el deseo, como anterior a un conjunto de normas o acuerdos sociales, sino que el deseo se crea en esa red de relaciones, del mismo modo que no hay una identidad que precede las subjetivaciones normativas. Desaprender tus propios deseos, aquello que culturalmente aprendemos a desear, es una especie de tarea muy larga pero fundamental.

En realidad, la descomposición de todas las formas sociales es una oportunidad. Es la condición ideal para una experimentación masiva, salvaje, de nuevos arreglos, de novedosas fidelidades. En la muerte de la pareja, vemos nacer inquietantes formas de afectividad colectiva, ahora que el sexo es usado hasta la saciedad, que la virilidad y la feminidad son unos viejos vestidos apolillados, que tres decenios de continuas innovaciones pornográficas han agotado los atractivos de la transgresión y la liberación. Lo que hay de incondicional en los lazos de parentesco, contamos con hacerlo la armadura de una solidaridad política tan impenetrable a la injerencia estatal como un campamento de gitanos. “Autonomía”, podría querer decir, también aprender a pegarse en la calle, a ocupar casas vacías, a no trabajar, a afectarse locamente con otrxs cuerpos y a robar en los almacenes.

Spot radial Ludditas Sexuales en Radio Zonica, en vivo!


NED LUDD, FANTASMA

Todo comenzó un 12 de abril de 1811. Durante la noche, trescientos cincuenta hombres, mujeres y niños arremetieron contra una fábrica de hilados de Nottinghamshire, destruyendo los grandes telares a golpes de maza y prendiendo fuego a las instalaciones. Lo que allí ocurrió pronto sería folklore popular. La fábrica pertenecía a William Cartwright, fabricante de hilados de mala calidad pero pertrechado de nueva maquinaria. La fábrica, en sí misma, era por aquellos años un hongo nuevo el paisaje: lo habitual era el trabajo cumplido en pequeños talleres. Otros setenta telares fueron destrozados esa misma noche en otros pueblos de las cercanías. El incendio y el haz de mazas se desplazó luego hacia los condados vecinos de Derby, Lancashire y York, corazón de la Inglaterra de principios del siglo XIX y centro de gravedad de la Revolución Industrial. El reguero que había partido del pueblo de Arnold se expandió sin control por el centro de Inglaterra durante dos años, perseguido por un ejército de diez mil soldados al mando del general Thomas Maitland. ¿Diez mil soldados? Wellington mandaba sobre bastantes menos cuando inició sus movimientos contra Napoleón desde Portugal. ¿Más que contra Francia? Tiene sentido: Francia estaba en el aire de las inmediaciones y de las intimidaciones; pero no era la Francia napoleónica el fantasma que recorría la corte inglesa, sino la asamblearia. Sólo un cuarto de siglo había corrido desde el Año I de la Revolución. Diez mil soldados. El número es índice de lo muy difícil que fue acabar con los luditas.
Quizá porque los miembros del movimiento se confundían con la comunidad. En un doble sentido: contaban con el apoyo de la población, eran la población. Maitland y sus soldados buscaron desesperadamente a Ned Ludd, su líder. Pero no lo encontraron. Jamás podrían haberlo encontrado, porque Ned Ludd nunca existió: fue un nombre propio pergeñado por los pobladores para despistar a Maitland. Otros líderes que firmaron cartas burlonas, amenazantes o peticiones se apellidaban “Mr. Pistol”,
“Lady Ludd”, “Peter Plush” (felpa), “General Justice”, “No King”, “King Ludd” y “Joe Firebrand” (el incendiario). Algún remitente aclaraba que el sello de correos había sido estampado en los cercanos “Bosques de Sherwood”. Una mitología incipiente se superponía a otra más antigua. Los hombres de Maitland se vieron obligados a recurrir a espías, agentes provocadores e infiltra dos, que hasta entonces constituían un recurso poco esencial de la logística utilizada en casos de guerra exterior.
He aquí una reorganización temprana de la fuerza policial, a la cual ahora llamamos “inteligencia”. Si a los acontecimientos que lograron tener en vilo al reino y al Parlamento se los devoró el incinerador de la historia, es justamente porque el objetivo de los luditas no era político sino social y moral: no querían el poder sino poder desviar la dinámica de la industrialización acelerada. Una ambición imposible. Apenas quedaron testimonios: algunas canciones, actas de juicios, informes de autoridades militares o de espías, noticias periodísticas, cien mil libras de pérdidas, una sesión del Parlamento dedicada a ellos, poco más. Y los hechos: dos años de lucha social violenta, mil cien máquinas destruidas, un ejército enviado a “pacificar” las regiones sublevadas, cinco o seis fábricas quemadas, quince luditas muertos, trece confinados en Australia, otros catorce ahorcados ante las murallas del castillo de York, y algunos coletazos finales. ¿Por qué sabemos tan poco sobre las intenciones luditas y sobre su organización? La propia fantasmagoría de Ned Ludd lo explica: aquella fue una sublevación sin líderes, sin organización centralizada, sin libros capitales y con un objetivo quimérico: discutir de igual a igual con los nuevos industriales. Pero ninguna sublevación “espontánea”, ninguna huelga “salvaje”, ningún “estallido” de violencia popular salta de un repollo. Lleva años de incubación, generaciones transmitiéndose una herencia de maltrato, poblaciones enteras macerando saberes de resistencia: a veces, siglos enteros se vierten en un solo día.
La espoleta, generalmente, la saca el adversario. Hacia 1810, el alza de precios, la pérdida de mercados a causa de la guerra y un complot de los nuevos industriales y de los distribuidores de productos textiles de Londres para que éstos no compren mercadería a los talleres de las pequeñas aldeas textiles encendió la mecha. Por otra parte, las reuniones políticas y la libertad de letra impresa habían sido prohibidas con la excusa de la guerra contra Napoleón, y la ley prohibía emigrar a los tejedores, aunque se estuvieran muriendo de hambre: Inglaterra no debía entregar su expertise al mundo.
Los luditas inventaron una logística de urgencia. Ella abarcaba un sistema de delegados y de correos humanos que recorrían los cuatro condados, juramentos secretos de lealtad, técnicas de camuflaje, centinelas, organizadores de robo de armas en el campamento enemigo, pintadas en las paredes. Y además descollaron en el viejo arte de componer canciones de guerra, a las cuales llamaban himnos. En uno de los pocos que han sido recopilados puede aún escucharse: “Ella tiene un brazo / Y aunque sólo tiene uno /
Hay magia en ese brazo único / Que crucifica a millones / Destruyamos al Rey Vapor, el Salvaje Moloch”, y en otra: “Noche tras noche, cuando todo está quieto / Y la luna ya ha cruzado la colina / Marchamos a hacer nuestra voluntad / ¡Con hacha, pica y fusil!”. Las mazas que utilizaban los luditas provenían de la fábrica Enoch. Por eso cantaban “La Gran Enoch irá al frente / Deténgala quien se atreva, deténgala quien pueda / Adelante los hombres gallardos / ¡Con hacha, pica y fusil!”. La imagen de la maza trascenderá la breve epopeya ludita. En la iconología anarquista de principios de siglo, Hércules sindicalizados suelen estar a punto de aplastar con una gran maza, no ya máquinas, sino al sistema fabril entero. Todos estos blues de la técnica no deben hacer perder de vista que las autoridades no sólo querían aplastar la sublevación popular, también buscaban impedir la organización de sectas obreras, en una época en la cual solamente los industriales estaban unidos. Carbonarios, conjurados, la Mano Negra de Cádiz, sindicalistas revolucionarios: en el siglo pasado la horca fue la horma para muchas intentonas sediciosas.