martes, 19 de octubre de 2010

Ludditas Sexuales en vivo 8 y 9



"Pienso que el problema del enemigo político todavía existe. Lo demuestra, por otra parte, que no estamos en un mundo más suave, más dulce. La multitud no tiene el problema de tomar el poder, tiene el problema en todo caso de limitarlo y hacer decaer al Estado construyendo instituciones y una esfera pública fuera de él. Entonces, desde ese punto de vista el enemigo está, pero se parece más al faraón del libro Exodo de La Biblia que persigue un éxodo, una fuga. No se trata de una fuga en el espacio. Es una fuga en el sentido de salir de las categorías de las instituciones estatales. Enemigo hay, pero ya no es el enemigo que está enfrente y ha constituido el modelo de las guerras civiles o está detrás de la idea de la toma del poder. Es un enemigo que traba, sabotea la construcción de democracia no representativa, de nuevas experiencias comunitarias."

Paolo Virno

http://caosmosis.acracia.net/?p=221


"En última instancia, nadie puede escuchar en las cosas, incluidos los libros, más de lo que el ya sabe. Se carece de oídos para escuchar aquello ante lo cual no se tiene acceso desde la experiencia." Nietzsche.


LUDDITAS SEXUALES EN LA PAMPA



Ya saben lo que dice el dicho: Dior las cría y ella se juntan. Así pues, nos juntamos HLQQ y Alterno Brujas (programa de radio) y Dopamina Sótika (banda gritona) de La Pampa (la vicky agitando la movida under de la Pampa), y ahora sumamos a las filosas y puercas Ludditas Sexuales que irán para hacer perfos y talleres además de lecturas de poesía pizzera que tanto aclama el público. Gran evento gran el sábado 30 de octubre en Frida que es un centro cultural que junta la escoria pampeana y las pone alegres intercambiándose artes y cuerpos. La cita es desde las 22 hs en Alvear 42, Santa Rosa, La Pampa. Al otro día, resaca y Alterno Brujas (Domingos de 19 hs a 21 hs, por FM Siento Rock / 101.3) mediante, habrá un taller Luddita sobre Ética del deseo libertario. Ojo habrá muchos zines ludditas también así que pampeanos preparen morrales y bolsillos que este material es interesante. Adifundirrrrr!!!!!!

miércoles, 6 de octubre de 2010

Ludditas Sexuales 7 en vivo especial poetas rusos


No tengo un plan. La mafia tiene planes, los policías tienen planes. ... Soy el perro que persigue un auto. No sabría qué hacer si alcanzara alguno. Sólo hago cosas. Odio los planes. Los tuyos, los de ellos, los de todos. ... Yo les muestro lo patéticos que son sus intentos de controlar las cosas. The Joker

En Ludditas Sexxxxuales en vivo 7 Lilián Camera nos trajo poetas rusos de principios del siglo XX, Lali de BsAs Experimental programó una alocada track list, leímos Opio de Cocteau y Cómo Hacer de Tiqqun, y escuchamos la primera parte de la entrevista a Michel y Ana del colectivo activista de disidencia sexual Colectiva Paila Marina http://www.pailamarinacolectiva.blogspot.com/

CONTACTOS Y MÁS DE TODO EN:
ludditassexuales@gmail.com
www.ludditassexuales.wordpress.com
www.ludditastexxxxtuales.blogspot.com


viernes, 1 de octubre de 2010

Ludditas Sexuales en revista MAXIM de Octubre





Click en cada imagen para agrandar

Creáse o no las Ludditas Sexuales salimos en la revista de sexo heterenormativo Maxim, la que hemos considerado de tercera categoría (ubicamos en primer lugar a Playboy Argentina y en segundo a Revista Hombre), lo cual no está mal, estamos en el podio.
Chanza aparte, las ludditas sexuales nos salimos con la nuestra al viralizar en el terreno del enemigo!

Fotos de www.garcons.cl

Spot radial Ludditas Sexuales en Radio Zonica, en vivo!


NED LUDD, FANTASMA

Todo comenzó un 12 de abril de 1811. Durante la noche, trescientos cincuenta hombres, mujeres y niños arremetieron contra una fábrica de hilados de Nottinghamshire, destruyendo los grandes telares a golpes de maza y prendiendo fuego a las instalaciones. Lo que allí ocurrió pronto sería folklore popular. La fábrica pertenecía a William Cartwright, fabricante de hilados de mala calidad pero pertrechado de nueva maquinaria. La fábrica, en sí misma, era por aquellos años un hongo nuevo el paisaje: lo habitual era el trabajo cumplido en pequeños talleres. Otros setenta telares fueron destrozados esa misma noche en otros pueblos de las cercanías. El incendio y el haz de mazas se desplazó luego hacia los condados vecinos de Derby, Lancashire y York, corazón de la Inglaterra de principios del siglo XIX y centro de gravedad de la Revolución Industrial. El reguero que había partido del pueblo de Arnold se expandió sin control por el centro de Inglaterra durante dos años, perseguido por un ejército de diez mil soldados al mando del general Thomas Maitland. ¿Diez mil soldados? Wellington mandaba sobre bastantes menos cuando inició sus movimientos contra Napoleón desde Portugal. ¿Más que contra Francia? Tiene sentido: Francia estaba en el aire de las inmediaciones y de las intimidaciones; pero no era la Francia napoleónica el fantasma que recorría la corte inglesa, sino la asamblearia. Sólo un cuarto de siglo había corrido desde el Año I de la Revolución. Diez mil soldados. El número es índice de lo muy difícil que fue acabar con los luditas.
Quizá porque los miembros del movimiento se confundían con la comunidad. En un doble sentido: contaban con el apoyo de la población, eran la población. Maitland y sus soldados buscaron desesperadamente a Ned Ludd, su líder. Pero no lo encontraron. Jamás podrían haberlo encontrado, porque Ned Ludd nunca existió: fue un nombre propio pergeñado por los pobladores para despistar a Maitland. Otros líderes que firmaron cartas burlonas, amenazantes o peticiones se apellidaban “Mr. Pistol”,
“Lady Ludd”, “Peter Plush” (felpa), “General Justice”, “No King”, “King Ludd” y “Joe Firebrand” (el incendiario). Algún remitente aclaraba que el sello de correos había sido estampado en los cercanos “Bosques de Sherwood”. Una mitología incipiente se superponía a otra más antigua. Los hombres de Maitland se vieron obligados a recurrir a espías, agentes provocadores e infiltra dos, que hasta entonces constituían un recurso poco esencial de la logística utilizada en casos de guerra exterior.
He aquí una reorganización temprana de la fuerza policial, a la cual ahora llamamos “inteligencia”. Si a los acontecimientos que lograron tener en vilo al reino y al Parlamento se los devoró el incinerador de la historia, es justamente porque el objetivo de los luditas no era político sino social y moral: no querían el poder sino poder desviar la dinámica de la industrialización acelerada. Una ambición imposible. Apenas quedaron testimonios: algunas canciones, actas de juicios, informes de autoridades militares o de espías, noticias periodísticas, cien mil libras de pérdidas, una sesión del Parlamento dedicada a ellos, poco más. Y los hechos: dos años de lucha social violenta, mil cien máquinas destruidas, un ejército enviado a “pacificar” las regiones sublevadas, cinco o seis fábricas quemadas, quince luditas muertos, trece confinados en Australia, otros catorce ahorcados ante las murallas del castillo de York, y algunos coletazos finales. ¿Por qué sabemos tan poco sobre las intenciones luditas y sobre su organización? La propia fantasmagoría de Ned Ludd lo explica: aquella fue una sublevación sin líderes, sin organización centralizada, sin libros capitales y con un objetivo quimérico: discutir de igual a igual con los nuevos industriales. Pero ninguna sublevación “espontánea”, ninguna huelga “salvaje”, ningún “estallido” de violencia popular salta de un repollo. Lleva años de incubación, generaciones transmitiéndose una herencia de maltrato, poblaciones enteras macerando saberes de resistencia: a veces, siglos enteros se vierten en un solo día.
La espoleta, generalmente, la saca el adversario. Hacia 1810, el alza de precios, la pérdida de mercados a causa de la guerra y un complot de los nuevos industriales y de los distribuidores de productos textiles de Londres para que éstos no compren mercadería a los talleres de las pequeñas aldeas textiles encendió la mecha. Por otra parte, las reuniones políticas y la libertad de letra impresa habían sido prohibidas con la excusa de la guerra contra Napoleón, y la ley prohibía emigrar a los tejedores, aunque se estuvieran muriendo de hambre: Inglaterra no debía entregar su expertise al mundo.
Los luditas inventaron una logística de urgencia. Ella abarcaba un sistema de delegados y de correos humanos que recorrían los cuatro condados, juramentos secretos de lealtad, técnicas de camuflaje, centinelas, organizadores de robo de armas en el campamento enemigo, pintadas en las paredes. Y además descollaron en el viejo arte de componer canciones de guerra, a las cuales llamaban himnos. En uno de los pocos que han sido recopilados puede aún escucharse: “Ella tiene un brazo / Y aunque sólo tiene uno /
Hay magia en ese brazo único / Que crucifica a millones / Destruyamos al Rey Vapor, el Salvaje Moloch”, y en otra: “Noche tras noche, cuando todo está quieto / Y la luna ya ha cruzado la colina / Marchamos a hacer nuestra voluntad / ¡Con hacha, pica y fusil!”. Las mazas que utilizaban los luditas provenían de la fábrica Enoch. Por eso cantaban “La Gran Enoch irá al frente / Deténgala quien se atreva, deténgala quien pueda / Adelante los hombres gallardos / ¡Con hacha, pica y fusil!”. La imagen de la maza trascenderá la breve epopeya ludita. En la iconología anarquista de principios de siglo, Hércules sindicalizados suelen estar a punto de aplastar con una gran maza, no ya máquinas, sino al sistema fabril entero. Todos estos blues de la técnica no deben hacer perder de vista que las autoridades no sólo querían aplastar la sublevación popular, también buscaban impedir la organización de sectas obreras, en una época en la cual solamente los industriales estaban unidos. Carbonarios, conjurados, la Mano Negra de Cádiz, sindicalistas revolucionarios: en el siglo pasado la horca fue la horma para muchas intentonas sediciosas.