viernes, 21 de mayo de 2010

LUDDITAS SEXUALES 9

Críticas al Queer parte II y entrevista a
Urko Post-Op

La vida se convertirá en un juego, o más bien muchos juegos, pero no — como es ahora — un juego de suma cero. Un encuentro sexual óptimo es el paradigma del juego productivo; los participantes se potencian los placeres el unx a la otrx, nadie cuenta los puntajes, y todos ganan. Cuanto más das, más recibes. En la vida lúdica, lo mejor del sexo se mezcla con la mejor parte de la vida diaria. El juego generalizado lleva a la libidinización de la vida. El sexo, en cambio, puede volverse menos urgente y desesperado, más juguetón. Si jugamos bien nuestras cartas, podemos sacar más de la vida de lo que metemos en ella; pero sólo si jugamos para ganar.
Nadie debería trabajar. Proletarixs del mundo… ¡descansad!(Bob Black)

ludditassexuales@gmail.com



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LUDDITAS SEXUALES 8

Entrevista a Elena Urko desde Barcelona
Definiciones y Críticas de la Teoría Queer y las praxis rarongas

En la actualidad, los mejores policías son los que menos disparan. Nos dicen que es un sistema flexible, que “cualquiera puede ser el jefe”. Del mismo modo, el hecho de poder elegir en qué empresa trabajar, o a qué nacionalidad pertenecer. Es ingenuo pretender arrancar poder al poder. Por el contrario, deseamos generar nuevas fórmulas, nuevos poderes. El poder tiene poder porque nosotrxs se lo concedemos, porque participamos dentro de su estructura de relaciones. No sugerimos la integración voluntaria al sistema o la pugna por una “vida cómoda” (es decir, por el reconocimiento de derechos/privilegios), tampoco una actitud de histeria irreflexiva frente a la mega-máquina, sino la creación de nuevos escenarios de convivencia, fuera del mapa, lejos de las coordenadas preformativas (físicas y psicológicas) del Estado. En lugar de buscar ser aceptadxs por el sistema (como buenas o como malos), generemos situaciones en las que esto acontezca innecesario y marchito. by Alain...

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LUDDITAS SEXUALES 7

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LUDDITAS SEXUALES 6



La manada de lobos en constante devenir
ludditassexuales@gmail.com

Decirle que si al sexo no es decirle que no al poder
Michel Foucault

Del mismo modo que la identidad masculina o femenina se adquiere por un proceso performativo de repeticiones de códigos que nos preceden y nos determinan (Butler), aprendemos a sentir y a desarrollar afectos bajo el referente de “el amor”. Como si fueran las únicas gafas de que disponemos para ver el mundo, para sentir, para establecer vínculos, para vivir en sociedad. Todos monolingües, hablando el lenguaje universal del amor. Pero hay más lenguas, la política se escribe desde lo intraducible, desde lo incomunicable, desde códigos secretos que tenemos que inventarnos. Babel contra el amor. El amor nos vuelve codificables, comprensibles, integrables, normales. La subversión pasa por otro sitio: que no sepan qué idioma hablamos.

Si queremos desafiar y subvertir el orden social y sexual en que vivimos, hay que acabar con el amor. Desprenderse de esa costra babosa, almibarada y ñoña donde perecemos como moscas en la miel.
Como decía Audre Lorde: “No podemos destruir la casa del amo con las herramientas del amo”.




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LUDDITAS SEXUALES 5

La manada de lobos en constante devenir
ludditassexuales@gmail.com

Decirle que si al sexo no es decirle que no al poder
Michel Foucault

Las razones para tener sexo con muchas personas, hasta incluso tratar de llevar adelante muchas relaciones amorosas simultáneas son varias:
Hay distintos tonos y matices de intimidad.
Hay prácticas sexuales que placen a algunas pero no a otras personas.
Hay necesidades sexuales y físicas que no todas las personas pueden o desean llevar adelante.
Hay deseos sexuales sin intentos amatorios o amorosos constantes.
Hay deseos sexuales con diferentes géneros que no pueden ser subsumidos a la especificidad de un solo cuerpo.
Hay deseos sexuales con grupos.
Por eso, ¿no es acaso no solo imposible sino también cruel demandarle a una sola persona que cumpla entonces con todo esto? Frente a esos múltiples placeres creemos en nuestro derecho a encontrar múltiples partenaires con quien entablar vínculos éticos libertarios. Otro mundo es posible. (http://www.liberacion.cl/amor_130110.htm)





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LUDDITAS SEXUALES 4

LUDDITAS SEXUALES 4 (Especial SM 2da parte)

Brillante, brillante, botas de cuero brillante.

La niña del látigo en la oscuridad

Tu siervo viene con cascabeles colgando, no lo rechaces.

Golpéale querida señorita y cura su corazón.

Dulces pecados de fantasías de luz callejera

trazan los vestidos que ella usará.

Ludditas Sexuales no es un programa de radio; sino fascículos coleccionables radiofónicos sobre la deconstrucción o la destrucción de los mandatos sexuales, del statu quo sobre el amor sentimentaloide y romanticón almibarado, de los estereotipos sexuales y de género.




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LUDDITAS SEXUALES 3




Nos dirigimos a lxs inconscientes que protestan. Buscamos aliadxs. Tenemos gran necesidad de aliadxs. Tenemos la impresión de que nuestros aliadxs ya están por ahí, que se nos han adelantado, que hay mucha gente que está harta, que piensan, sienten y trabajan en una dirección análoga a la nuestra…
Gilles Deleuze

Ludditas Sexuales no es un programa de radio; sino fascículos coleccionables radiofónicos sobre la deconstrucción o la destrucción de los mandatos sexuales, del statu quo sobre el amor sentimentaloide y romanticón almibarado, de los estereotipos sexuales y de género
http://www.ludditassexuales.blogspot.com/

LUDDITAS SEXUALES 3
El S/M no es: malos tratos, violaciones, palizas, violencia, crueldad, abusos de poder, fuerza, coerción, no consensual, poco importante, una elección hecha a la ligera, un bloqueo del crecimiento, aburrido. Ahora, una lista de las cosas que es: apasionado, erótico, expansivo, consensual, a veces temible, exorcismo, reclamo, gozoso, intenso, violador de límites, generador de confianza, afectuoso, un sexo increíblemente grandioso, a menudo hilarantemente divertido, creativo, espiritual, integrador, un desarrollo del poder interno como fortaleza.




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LUDDITAS SEXUALES 2

"La pequeñez separa, el aliento une, seamos amplias y grandes. No subestimemos cosas vitales por el sinfín de nimiedades que nos confrontan. Una verdadera concepción de la relación de los sexos no admitirá conquistadas y conquistadores, sólo sabe de una cosa: brindarse ilimitadamente para encontrase a sí misma más rica, más profunda. Sólo eso llenará el vacío y transformará la tragedia de la emancipación en alegría- ilimitada alegría.-"
Emma Goldmann

Ludditas Sexuales no es un programa de radio; sino fascículos coleccionables radiofónicos sobre la deconstrucción o la destrucción de los mandatos sexuales, del statu quo sobre el amor sentimentaloide y romanticón almibarado, de los estereotipos sexuales y de género.

Ludditas Sexuales es un grupo de amigxs, afines, que tienden hacia la anarquía, hacia un anarquismo nuevo, anti-dogmático y que se apoyan para ello en la camaradería, en el cariño, y en el compartir.

Ludditas Sexuales no baja líneas ni planta banderas, sino que apuesta a romper las máquinas sexuales instituidas que operan en nuestras cabezas y formatean nuestros cuerpos, para construir otras máquinas guerreras y deseantes que ataquen a ese sistema (el luddismo nunca se opuso a la tecnología, hay una hechura interesada de la historia que se nos ha venido contando sobre lxs "destructores de máquinas").

Ludditas Sexuales no es un grupúsculo de illuminati, sino una banda de amigxs que construyen con cada paso, con cada acción, cada debate, redes y afinidad para destruir los dogmas sexuales y re-pensar revoltosamente la sexualidad.

Fanny Pistor
ludditassexuales@gmail.com
http://ludditassexuales.blogspot.com/


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LUDDITAS SEXUALES 1

Nos dirigimos a lxs insatisfechxs y a lxs que dudan. A los descontentxs consigo mismxs, a aquellxs que sienten el peso de cientos y cientos de siglos de convencionalismos y prejuicios. A aquellxs que tienen sed de verdadera vida, de libertad de movimiento, de actividad real y que no encuentran alrededor más que maquillaje, conformidad y servilismo. A aquellxs que quieren conocerse más íntimamente. A los inquietxs, atormentadxs, a lxs que buscan sensaciones nuevas, a lxs experimentadores de formas inéditas de felicidad individual. A lxs que no creen nada de lo que fue demostrado.

Ludditas Sexuales no es un programa de radio; sino fascículos coleccionables radiofónicos sobre la deconstrucción o la destrucción de los mandatos sexuales, del statu quo sobre el amor sentimentaloide y romanticón almibarado, de los estereotipos sexuales y de género.
Ludditas Sexuales es un grupo de amigxs, afines, que tienden hacia la anarquía, hacia un anarquismo nuevo, anti-dogmático y que se apoyan para ello en la camaradería, en el cariño, y en el compartir.
Ludditas Sexuales no baja líneas ni planta banderas, sino que apuesta a romper las máquinas sexuales instituidas que operan en nuestras cabezas y formatean nuestros cuerpos, para construir otras máquinas guerreras y deseantes que ataquen a ese sistema (el luddismo nunca se opuso a la tecnología, hay una hechura interesada de la historia que se nos ha venido contando sobre lxs "destructores de máquinas") .
Ludditas Sexuales no es un grupúsculo de illuminati, sino una banda de amigxs que construyen con cada paso, con cada acción, cada debate, redes y afinidad para destruir los dogmas sexuales y re-pensar revoltosamente la sexualidad

Fanny Pistor
ludditassexuales@gmail.com





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Spot radial Ludditas Sexuales en Radio Zonica, en vivo!


NED LUDD, FANTASMA

Todo comenzó un 12 de abril de 1811. Durante la noche, trescientos cincuenta hombres, mujeres y niños arremetieron contra una fábrica de hilados de Nottinghamshire, destruyendo los grandes telares a golpes de maza y prendiendo fuego a las instalaciones. Lo que allí ocurrió pronto sería folklore popular. La fábrica pertenecía a William Cartwright, fabricante de hilados de mala calidad pero pertrechado de nueva maquinaria. La fábrica, en sí misma, era por aquellos años un hongo nuevo el paisaje: lo habitual era el trabajo cumplido en pequeños talleres. Otros setenta telares fueron destrozados esa misma noche en otros pueblos de las cercanías. El incendio y el haz de mazas se desplazó luego hacia los condados vecinos de Derby, Lancashire y York, corazón de la Inglaterra de principios del siglo XIX y centro de gravedad de la Revolución Industrial. El reguero que había partido del pueblo de Arnold se expandió sin control por el centro de Inglaterra durante dos años, perseguido por un ejército de diez mil soldados al mando del general Thomas Maitland. ¿Diez mil soldados? Wellington mandaba sobre bastantes menos cuando inició sus movimientos contra Napoleón desde Portugal. ¿Más que contra Francia? Tiene sentido: Francia estaba en el aire de las inmediaciones y de las intimidaciones; pero no era la Francia napoleónica el fantasma que recorría la corte inglesa, sino la asamblearia. Sólo un cuarto de siglo había corrido desde el Año I de la Revolución. Diez mil soldados. El número es índice de lo muy difícil que fue acabar con los luditas.
Quizá porque los miembros del movimiento se confundían con la comunidad. En un doble sentido: contaban con el apoyo de la población, eran la población. Maitland y sus soldados buscaron desesperadamente a Ned Ludd, su líder. Pero no lo encontraron. Jamás podrían haberlo encontrado, porque Ned Ludd nunca existió: fue un nombre propio pergeñado por los pobladores para despistar a Maitland. Otros líderes que firmaron cartas burlonas, amenazantes o peticiones se apellidaban “Mr. Pistol”,
“Lady Ludd”, “Peter Plush” (felpa), “General Justice”, “No King”, “King Ludd” y “Joe Firebrand” (el incendiario). Algún remitente aclaraba que el sello de correos había sido estampado en los cercanos “Bosques de Sherwood”. Una mitología incipiente se superponía a otra más antigua. Los hombres de Maitland se vieron obligados a recurrir a espías, agentes provocadores e infiltra dos, que hasta entonces constituían un recurso poco esencial de la logística utilizada en casos de guerra exterior.
He aquí una reorganización temprana de la fuerza policial, a la cual ahora llamamos “inteligencia”. Si a los acontecimientos que lograron tener en vilo al reino y al Parlamento se los devoró el incinerador de la historia, es justamente porque el objetivo de los luditas no era político sino social y moral: no querían el poder sino poder desviar la dinámica de la industrialización acelerada. Una ambición imposible. Apenas quedaron testimonios: algunas canciones, actas de juicios, informes de autoridades militares o de espías, noticias periodísticas, cien mil libras de pérdidas, una sesión del Parlamento dedicada a ellos, poco más. Y los hechos: dos años de lucha social violenta, mil cien máquinas destruidas, un ejército enviado a “pacificar” las regiones sublevadas, cinco o seis fábricas quemadas, quince luditas muertos, trece confinados en Australia, otros catorce ahorcados ante las murallas del castillo de York, y algunos coletazos finales. ¿Por qué sabemos tan poco sobre las intenciones luditas y sobre su organización? La propia fantasmagoría de Ned Ludd lo explica: aquella fue una sublevación sin líderes, sin organización centralizada, sin libros capitales y con un objetivo quimérico: discutir de igual a igual con los nuevos industriales. Pero ninguna sublevación “espontánea”, ninguna huelga “salvaje”, ningún “estallido” de violencia popular salta de un repollo. Lleva años de incubación, generaciones transmitiéndose una herencia de maltrato, poblaciones enteras macerando saberes de resistencia: a veces, siglos enteros se vierten en un solo día.
La espoleta, generalmente, la saca el adversario. Hacia 1810, el alza de precios, la pérdida de mercados a causa de la guerra y un complot de los nuevos industriales y de los distribuidores de productos textiles de Londres para que éstos no compren mercadería a los talleres de las pequeñas aldeas textiles encendió la mecha. Por otra parte, las reuniones políticas y la libertad de letra impresa habían sido prohibidas con la excusa de la guerra contra Napoleón, y la ley prohibía emigrar a los tejedores, aunque se estuvieran muriendo de hambre: Inglaterra no debía entregar su expertise al mundo.
Los luditas inventaron una logística de urgencia. Ella abarcaba un sistema de delegados y de correos humanos que recorrían los cuatro condados, juramentos secretos de lealtad, técnicas de camuflaje, centinelas, organizadores de robo de armas en el campamento enemigo, pintadas en las paredes. Y además descollaron en el viejo arte de componer canciones de guerra, a las cuales llamaban himnos. En uno de los pocos que han sido recopilados puede aún escucharse: “Ella tiene un brazo / Y aunque sólo tiene uno /
Hay magia en ese brazo único / Que crucifica a millones / Destruyamos al Rey Vapor, el Salvaje Moloch”, y en otra: “Noche tras noche, cuando todo está quieto / Y la luna ya ha cruzado la colina / Marchamos a hacer nuestra voluntad / ¡Con hacha, pica y fusil!”. Las mazas que utilizaban los luditas provenían de la fábrica Enoch. Por eso cantaban “La Gran Enoch irá al frente / Deténgala quien se atreva, deténgala quien pueda / Adelante los hombres gallardos / ¡Con hacha, pica y fusil!”. La imagen de la maza trascenderá la breve epopeya ludita. En la iconología anarquista de principios de siglo, Hércules sindicalizados suelen estar a punto de aplastar con una gran maza, no ya máquinas, sino al sistema fabril entero. Todos estos blues de la técnica no deben hacer perder de vista que las autoridades no sólo querían aplastar la sublevación popular, también buscaban impedir la organización de sectas obreras, en una época en la cual solamente los industriales estaban unidos. Carbonarios, conjurados, la Mano Negra de Cádiz, sindicalistas revolucionarios: en el siglo pasado la horca fue la horma para muchas intentonas sediciosas.