miércoles, 28 de julio de 2010

Ludditas Sexuales en Radio Zonica



Ludditas Sexuales, live! Máquina de guerra contra el aparato de captura heteronormal


Lunes 2 de Agosto 22 -24 hs., celebrando el mes de la muerte del viejo milico San Martín, En Zonicaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. www.radiozonica.com.ar


Ludditas Sexuales, programa de radio de fascículos por internet, finalmente llega a Radio Zonica

(www.radiozonica.com.ar), la radio más popular de INFERnet y la amiga de las minorías sexuales en el eter!


Ludditas Sexuales ya cuenta con 12 podcast coleccionables de temática sexual y nuevas formas de vida.


Ludditas Sexuales, entre sus hallazgos, logró entrevistar in situ en Barcelona a la filósofa queer y Beatriz Preciado y a varias personalidades del activismo degénero, como Diana Torres aka La PornoTerrorista.


Ludditas Sexuales es también la plataforma de despegue para convidar textos en formato fanzine de Emile Armand, Tiqqun y Preciado, y para realizar Performances PornoPoéticas, lecturas de Poesía y recitales acústicos.


Ludditas Sexuales no es un programa de radio; sino un dispositivo de desubjetivacion para enfrentar aquí y ahora los mandatos sexuales, el statu quo del amor sentimentaloide y romanticón almibarado, los estereotipos sexuales y de género, la biología como imperativo moral.


Ludditas Sexuales es un grupo de amigxs, afines, que tienden hacia la anarquía, hacia un anarquismo nuevo, anti-dogmático y que se apoyan para ello en la camaradería, en el cariño, y en el compartir.


Ludditas Sexuales no baja líneas ni planta banderas, sino que apuesta a romper los instituidos sexuales que operan en nuestras cabezas y formatean nuestros cuerpos, para construir otras máquinas deseantes que ataquen a ese sistema.


Ludditas Sexuales no es un grupúsculo de illuminati, sino una banda de amigxs que construyen con cada paso, con cada acción, cada debate, redes y afinidad para destruir los dogmas sexuales y re-pensar revoltosamente la sexualidad.


Ludditas Sexuales es conducido por dos reputadxs ignotxs que podrían pasar por ser cualquiera de uds. Dos cuerpos que ponen todo su empeño en devenir secretos y anónimos, sin lograrlo del todo: Dolores Haze y Triple X.


ludditassexuales@gmail.com

www.ludditassexuales.wordpress.com

www.ludditastextuales.blogspot.com


y tambien en twitter, facebook y fotolog buscanos............

miércoles, 21 de julio de 2010

la guerra recien ha comenzado




by Tiqqun

http://www.youtube.com/watch?v=p9hMzGJt2iA
http://www.youtube.com/watch?v=r3SVjPMgWaU&feature=related


Y LA GUERRA APENAS HA COMENZADO*
A los niños perdidos

En el gran cuerpo social del Imperio, en el gran cuerpo social del Imperio que tiene la consistencia y la inercia de una medusa varada, en el gran cuerpo social del Imperio que es como una enorme medusa varada con toda su redondez sobre toda la redondez de la Tierra, se han plantado electrodos, centenares, miles de electrodos, un número increíble de electrodos.
De tipos tan diversos que incluso ya los hay que ni parecen electrodos.
Esta el electrodo Tele, por supuesto, pero también el electrodo. Dinero, el electrodo Farmacéutica y el electrodo. La jovencita es un agente de animación en la gestión dictatorial de los placeres. La jovencita es toda la realidad de los códigos abstractos del espectáculo. La jovencita es una mentira de la que el rostro es el apogeo. La jovencita muchas veces padece de vértigo, cuando el mundo deja de girar a su alrededor. Como el dinero, la jovencita es equivalente sólo a ella misma. La jovencita no envejece, se descompone.
Por medio de estos miles, estos millones de electrodos, de naturaleza tan diversa que he renunciado a contarlos, se mantiene el encefalograma plano de la metrópolis imperial.
Por estos canales, imperceptibles para la mayoría, se emiten sin pausa las informaciones, los cambios de ánimo, los afectos y contra-afectos susceptibles de prolongar el sueño
universal. Y notad que paso por alto todos los dispositivos de captura agregados a estos electrodos, sobre todo periodistas, sociólogos, policías, intelectuales, profesores y demás agentes de un incomprensible voluntariado al que se le ha delegado la tarea de orientar la actividad de los electrodos.
Es conveniente mantener un cierto nivel de angustia con el fin de preservar la disponibilidad general a la regresión, el gusto por la dependencia.
No por casualidad se difunde en el momento oportuno tal o cual sentimiento de terror, de conformismo o de amenaza. Nadie debe librarse de esta posición infantil de pasividad
hastiada o pendenciera, de saciedad entumecida o de reivindicación quejosa que produce el malvado murmullo de la incubadora imperial.
Se dice “el tiempo de los héroes ha pasado”, con la esperanza de enterrar junto a él toda forma de heroísmo. El sueño de la época no es el buen sueño que procura el descanso, sino más bien un sueño angustiado que os deja más exhaustos todavía, deseosos solamente de volver a él para alejaros un poco más de la irritante realidad. Es la anestesia que requiere una anestesia aún más profunda.
Aquellos que por suerte o por desgracia se sustraen al sueño prescrito, nacen a este mundo como niños perdidos.
¿Dónde están las palabras, dónde la casa, dónde mis antepasados, dónde están mis amores, dónde mis amigos? No existen, mi niño. Todo está por construir. Debes construir la lengua que habitarás y debes encontrar los antepasados
que te hagan más libre. Debes construir la casa donde ya no vivirás solo. Y debes construir la nueva educación sentimental mediante la que amarás de nuevo. Y todo esto lo edificarás sobre la hostilidad general, porque los que se han despertado son la pesadilla de aquellos que todavía duermen.
Aquí prevalece la regla de no-actuar, que se expresa así: la fecundidad de la acción verdadera reside en el interior de ella misma; podría decirlo de otro modo, podría decir: la acción verdadera no es un proyecto que uno realiza, sino un proceso al cual uno se abandona.
Quien actúa, actúa hoy como niño perdido.
La errancia gobierna este abandono. Vagamos. Vagamos entre las ruinas de la civilización; y precisamente porque se encuentra en ruinas, no nos será dada la posibilidad de enfrentarla. Es una guerra bien curiosa esta en la que nos hallamos comprometidos. Una guerra que requiere que se creen mundos y lenguajes, que se abran y ofrezcan lugares, que se constituyan hogares, en medio del desastre.
Existe esa vieja noción, bolchevique y, ciertamente, un poco frígida: la construcción del Partido. Creo que nuestra guerra es la de construir el Partido o, más bien, la de dar un contenido nuevo a esa ficción despoblada.
Una sociedad que ha agotado el conjunto de sus posibilidades vitales tiene buenas razones para juzgar como “terrorista” todo aquello que se experimente más allá de ella.
Charlamos, nos besamos, preparamos una película, una fiesta, una revuelta, encontramos un amigo, compartimos una comida, una cama, nos amamos, en otras palabras: construimos el Partido.
Las ficciones son cosas serias. Necesitamos ficciones para creer en la realidad de lo que vivimos. El Partido es la ficción central, la que recapitula la guerra en curso.

....


Quien se exilia, exilia; el extranjero que parte se lleva consigo la ciudad habitable.
No puede ser más que el fin de un mundo, avanzando. Los padres desaparecieron en primer lugar. Se fueron a la fábrica, a la oficina. Luego fueron las madres las que, a su vez, partieron a la fábrica, a la oficina. Y cada vez no eran los padres o las madres los que desaparecían, sino un orden simbólico, un mundo. El mundo de los padres desapareció en primer lugar, luego lo hizo el de las madres, el orden simbólico de la madre, que hasta entonces nada había logrado socavar. Y esta pérdida es tan incalculable y el duelo por ello tan enorme, que nadie consiente hacerlo.
El Imperio resume el deseo de que un neo-matriarcado tome mecánicamente el relevo del difunto patriarcado. Y no hay revuelta más absoluta que aquella que desafía esa
indulgente dominación, ese poder cordial, esa empresa maternal.
Los niños perdidos son los huérfanos de todos los órdenes conocidos. Bienaventurados los huérfanos, el caos del mundo les pertenece.
Lloras por lo que has perdido. Lo hemos perdido todo, en efecto. Pero mira a nuestro alrededor, hemos ganado hermanos, hemos ganado hermanas, tantos hermanos y tantas hermanas.
Ahora, sólo esta nostalgia nos separa, y eso es algo inédito.
Caminas, estás perdido; no encuentras en ningún lugar la medida de tu valor; caminas, y no sabes quién eres y no tienes valor, como el primer hombre.
Vas por los caminos.
Pero si no estuvieses tan perdido, no llevarías en ti esta fatalidad de encuentros.
Huyamos, ya es la hora; pero te lo ruego, huyamos juntos.
Fíjate en nuestros gestos, la gracia que nace en el interior de nuestros gestos; fíjate en nuestros cuerpos, cómo se intercambian con fluidez, cuánto tiempo hacía que no se abatía sobre el mundo tanta gratuidad.
....
No hemos dejado este mundo.
Aún hay envidia, estupidez, el deseo de ser alguien, de ser reconocido, la necesidad de valer algo y, peor aún, la necesidad de autoridad. Son las ruinas que el viejo mundo ha dejado en nosotros y que no hemos abandonado. A la luz de ciertos proyectores, a veces nuestra caída nos produce la sensación de una decadencia.
¿Adónde vamos?

jueves, 8 de julio de 2010

Ludditas Sexuales 12 “Yo quiero ser tu Beto”


Entrevista exclusiva a Beatriz Preciado genio y figura... desde Karcelona

"En un foro académico doy expresión directa a la ira provocada por algo concreto, y una mujer blanca me dice: "Cuénteme cómo se siente, pero no lo cuente con tanta crudeza porque me impide escucharla". Y yo me pregunto: ¿Son mis modales lo que le impiden escucharme o es la amenaza de que mis palabras le digan que su vida puede cambiar".
De "Uso de la ira: las mujeres responden al racismo", de Audre Lorde.

http://ludditastexxxtuales.blogspot.com
http://ludditassexxxuales.blogspot.com
http://ludditassexuales.wordpress.com
http://twitter.com/Ludditas
http://fotolog.com/ludditassexuales
ludditassexuales@gmail.com

Ultimo momento! Ludditas Texuales nuevamente censuradxs!
Vamos mejorando! Ya no nos censura la CIA a través de sus operadores internacionales llamados Google y Blogger como ha ocurrido otrora (nuestro viejo y querido blog ha fenecido en las garras del capital internacional con base en Norteamérica).
Ahora Lxs Ludditas somos víctimas inocentes de la censura e incomprensión de la jefa de compras de Fanzines de la Galería y librería Purr (Av. Santa Fe 2729, local 32) que se vio ostensiblemente ofendida en su ser íntimo ante nuestra postulación luddita contra la enfermedad y diagnóstico médico llamado HETEROSEXUALIDAD:
La jefa de compras toma un fanzine de Ludditas Textuales, lee Heterosexualidad = Fascismo y dice
Yo soy HETEROSEXUAL y no soy Fascista.
Tras intentar explicarle que la heterosexualidad no se trata ni de la elección de objeto de deseo/placer ni de prácticas sexo-políticas en vano, la jefa de compras nos dice:
Y como le dicen a “coger con gente del sexo opuesto?”
Ludditas sin perder la santa paciencia le contesta:
Le decimos coger con personas de otro sexo, porque no se a cuál sexo vos te oponés.
Fin de la discusión Ludditas Textuales solo se consigue en Internet.


miércoles, 7 de julio de 2010

censuradxs



Ludditas Sexuales nuevamente censuradxs!

Vamos mejorando! Ya no nos censura la CIA a través de sus operadores internacionales llamados Google y Blogger como ha ocurrido otrora (nuestro viejo y querido blog ha fenecido en las garras del capital internacional con base en Norteamérica).

Ahora Lxs Ludditas somos víctimas inocentes de la censura e incomprensión de la jefa de compras de Fanzines de la Galería y librería Purr (Av. Santa Fe 2729, local 32) que se vio ostensiblemente ofendida en su ser íntimo ante nuestra postulación luddita contra la enfermedad y diagnóstico médico llamado HETEROSEXUALIDAD:
La jefa de compras toma un fanzine de Ludditas Textuales, lee Heterosexualidad = Fascismo y dice

Yo soy HETEROSEXUAL y no soy Fascista.

Tras intentar explicarle que la heterosexualidad no se trata ni de la elección de objeto de deseo/placer ni de prácticas sexo-políticas en vano, la jefa de compras nos dice:

Y como le dicen a “coger con gente del sexo opuesto?”
Ludditas sin perder la santa paciencia le contesta:


Le decimos coger con personas de otro sexo, porque no se a cuál sexo vos te oponés.
Fin de la discusión Ludditas Textuales solo se consigue en Internet:

http://ludditastextuales.blogspot.com
http://ludditassexuales.wordpress.com
http://twitter.com/Luddita
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Spot radial Ludditas Sexuales en Radio Zonica, en vivo!


NED LUDD, FANTASMA

Todo comenzó un 12 de abril de 1811. Durante la noche, trescientos cincuenta hombres, mujeres y niños arremetieron contra una fábrica de hilados de Nottinghamshire, destruyendo los grandes telares a golpes de maza y prendiendo fuego a las instalaciones. Lo que allí ocurrió pronto sería folklore popular. La fábrica pertenecía a William Cartwright, fabricante de hilados de mala calidad pero pertrechado de nueva maquinaria. La fábrica, en sí misma, era por aquellos años un hongo nuevo el paisaje: lo habitual era el trabajo cumplido en pequeños talleres. Otros setenta telares fueron destrozados esa misma noche en otros pueblos de las cercanías. El incendio y el haz de mazas se desplazó luego hacia los condados vecinos de Derby, Lancashire y York, corazón de la Inglaterra de principios del siglo XIX y centro de gravedad de la Revolución Industrial. El reguero que había partido del pueblo de Arnold se expandió sin control por el centro de Inglaterra durante dos años, perseguido por un ejército de diez mil soldados al mando del general Thomas Maitland. ¿Diez mil soldados? Wellington mandaba sobre bastantes menos cuando inició sus movimientos contra Napoleón desde Portugal. ¿Más que contra Francia? Tiene sentido: Francia estaba en el aire de las inmediaciones y de las intimidaciones; pero no era la Francia napoleónica el fantasma que recorría la corte inglesa, sino la asamblearia. Sólo un cuarto de siglo había corrido desde el Año I de la Revolución. Diez mil soldados. El número es índice de lo muy difícil que fue acabar con los luditas.
Quizá porque los miembros del movimiento se confundían con la comunidad. En un doble sentido: contaban con el apoyo de la población, eran la población. Maitland y sus soldados buscaron desesperadamente a Ned Ludd, su líder. Pero no lo encontraron. Jamás podrían haberlo encontrado, porque Ned Ludd nunca existió: fue un nombre propio pergeñado por los pobladores para despistar a Maitland. Otros líderes que firmaron cartas burlonas, amenazantes o peticiones se apellidaban “Mr. Pistol”,
“Lady Ludd”, “Peter Plush” (felpa), “General Justice”, “No King”, “King Ludd” y “Joe Firebrand” (el incendiario). Algún remitente aclaraba que el sello de correos había sido estampado en los cercanos “Bosques de Sherwood”. Una mitología incipiente se superponía a otra más antigua. Los hombres de Maitland se vieron obligados a recurrir a espías, agentes provocadores e infiltra dos, que hasta entonces constituían un recurso poco esencial de la logística utilizada en casos de guerra exterior.
He aquí una reorganización temprana de la fuerza policial, a la cual ahora llamamos “inteligencia”. Si a los acontecimientos que lograron tener en vilo al reino y al Parlamento se los devoró el incinerador de la historia, es justamente porque el objetivo de los luditas no era político sino social y moral: no querían el poder sino poder desviar la dinámica de la industrialización acelerada. Una ambición imposible. Apenas quedaron testimonios: algunas canciones, actas de juicios, informes de autoridades militares o de espías, noticias periodísticas, cien mil libras de pérdidas, una sesión del Parlamento dedicada a ellos, poco más. Y los hechos: dos años de lucha social violenta, mil cien máquinas destruidas, un ejército enviado a “pacificar” las regiones sublevadas, cinco o seis fábricas quemadas, quince luditas muertos, trece confinados en Australia, otros catorce ahorcados ante las murallas del castillo de York, y algunos coletazos finales. ¿Por qué sabemos tan poco sobre las intenciones luditas y sobre su organización? La propia fantasmagoría de Ned Ludd lo explica: aquella fue una sublevación sin líderes, sin organización centralizada, sin libros capitales y con un objetivo quimérico: discutir de igual a igual con los nuevos industriales. Pero ninguna sublevación “espontánea”, ninguna huelga “salvaje”, ningún “estallido” de violencia popular salta de un repollo. Lleva años de incubación, generaciones transmitiéndose una herencia de maltrato, poblaciones enteras macerando saberes de resistencia: a veces, siglos enteros se vierten en un solo día.
La espoleta, generalmente, la saca el adversario. Hacia 1810, el alza de precios, la pérdida de mercados a causa de la guerra y un complot de los nuevos industriales y de los distribuidores de productos textiles de Londres para que éstos no compren mercadería a los talleres de las pequeñas aldeas textiles encendió la mecha. Por otra parte, las reuniones políticas y la libertad de letra impresa habían sido prohibidas con la excusa de la guerra contra Napoleón, y la ley prohibía emigrar a los tejedores, aunque se estuvieran muriendo de hambre: Inglaterra no debía entregar su expertise al mundo.
Los luditas inventaron una logística de urgencia. Ella abarcaba un sistema de delegados y de correos humanos que recorrían los cuatro condados, juramentos secretos de lealtad, técnicas de camuflaje, centinelas, organizadores de robo de armas en el campamento enemigo, pintadas en las paredes. Y además descollaron en el viejo arte de componer canciones de guerra, a las cuales llamaban himnos. En uno de los pocos que han sido recopilados puede aún escucharse: “Ella tiene un brazo / Y aunque sólo tiene uno /
Hay magia en ese brazo único / Que crucifica a millones / Destruyamos al Rey Vapor, el Salvaje Moloch”, y en otra: “Noche tras noche, cuando todo está quieto / Y la luna ya ha cruzado la colina / Marchamos a hacer nuestra voluntad / ¡Con hacha, pica y fusil!”. Las mazas que utilizaban los luditas provenían de la fábrica Enoch. Por eso cantaban “La Gran Enoch irá al frente / Deténgala quien se atreva, deténgala quien pueda / Adelante los hombres gallardos / ¡Con hacha, pica y fusil!”. La imagen de la maza trascenderá la breve epopeya ludita. En la iconología anarquista de principios de siglo, Hércules sindicalizados suelen estar a punto de aplastar con una gran maza, no ya máquinas, sino al sistema fabril entero. Todos estos blues de la técnica no deben hacer perder de vista que las autoridades no sólo querían aplastar la sublevación popular, también buscaban impedir la organización de sectas obreras, en una época en la cual solamente los industriales estaban unidos. Carbonarios, conjurados, la Mano Negra de Cádiz, sindicalistas revolucionarios: en el siglo pasado la horca fue la horma para muchas intentonas sediciosas.